Víctimas de violencia machista tienen que aguardar hasta doce días por una plaza en una casa de acogida

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El Gobierno local y Marea da Vila piden que se corrija esta situación y que se simplifiquen protocolos

25 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Este 25 de noviembre, Vilagarcía vuelve a vestirse de negro. Es el día internacional contra la violencia machista, y en la capital arousana se han organizado varias acciones para impedir que la pandemia del covid-19 oculte y silencie «esa outra pandemia» que tiene mil caras, que deja mil marcas. Que se traduce en una lista de 53 órdenes de protección vigentes en la localidad; la punta del iceberg. La situación sanitaria derivada del coronavirus es una tormenta perfecta para quienes sufren violencia machista. El largo confinamiento dejó a las víctimas a merced de golpes y gritos. La distancia social facilita su aislamiento. Y, en general, el mundo se ha vuelto aún un poco más hostil. Según Julia Boullosa, responsable del CIM de Vilagarcía, este año se ha reducido, en términos absolutos, el número de consultas recibidas en el centro de información. Sin embargo, si se tiene en cuenta que durante los meses de marzo, abril y mayo, «non houbo atención directa, a interpretación que hai que facer é que o número de atencións subiu». En lo que va de año, 347 mujeres acudieron en busca de ayuda al CIM. De ellas, 113 era la primera vez que lo hacían -35 tienen la consideración de víctimas de violencia de género-. Por servicios, 537 de las atenciones estuvieron relacionadas con ayudas y recursos; 514 con apoyo psicológico, y 228 con el jurídico. Además, 125 mujeres recibieron atención específica a víctimas de violencia.

«No tempo do confinamento, as atencións a mulleres vítimas baixou moito», relata Julia. Pero «cando abrimos, cando puidemos saír, a actividade foi esaxerada. Nunca tivemos tantas mulleres acollidas, á espera dunha casa de acollida», relata la responsable del CIM. Ese refugio seguro, que debería ser un recurso de emergencia al que se llegase de forma veloz, se ha mostrado esquivo con algunas de las mujeres afectadas: la espera para acceder a una de esas plazas seguras ha sido de hasta diez y doce días, cuando «debería ser algo inmediato; unha muller nesas circunstancias non pode pasar doce días soa». María de la O Fernández, portavoz de Marea da Vila, se suma a esa queja. «É algo especialmente grave se temos en conta que estas mulleres veñen de tomar a decisión difícil de deixar o domicilio de convivencia e que a incerteza pode provocar que dubiden e rectifiquen esa decisión».

Desde el CIM consideran urgente que se acorten esos plazos de emergencia. Que se acorten, que se simplifiquen y que se establezcan protocolos claros. «Primeiro non estaba moi claro se facía falta pasar unha PCR. E por certo, tamén reivindicamos que esas probas se poidan realizar no Hospital do Salnés», explicaba la concejala Tania García.