Investigan la implicación de un grupo de menores en los actos vandálicos cometidos en Vilanova

Las estadísticas constatan que Vilanova es un lugar tranquilo. Los niveles de delincuencia son de los más bajos de la provincia, pero hay una pandilla de chavales que tiene a las fuerzas del orden en jaque desde hace meses. De ellos se habló ayer en la Xunta Local de Seguridade, en la que el alcalde, Gonzalo Durán, aprovechó para pedirle a la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, que se extreme la vigilancia para tratar de pararles los pies a estos chicos.

Según Durán, se trata de menores de edad a los que se les atribuyen las pintadas y otros daños de que fue objeto el instituto de A Basella y el derribo de parte de la balaustrada de piedra del paseo marítimo. La investigación en marcha apunta a que podría tratarse de los mismos chicos que actuaron en Cambados, donde también han sufrido actos vandálicos en los últimos tiempos. «A los chavales hay que educarlos para que no lleguen a ser unos delincuentes», señaló el regidor.

Además de tratar este asunto, ayer se pusieron sobre la mesa los últimos datos que maneja la Guardia Civil respecto a los niveles de delincuencia en el municipio. En Vilanova se producen 0,2 infracciones penales por mil habitantes, mientras que la media en la provincia está 11,8. «Son datos para felicitarnos, tanto a nivel provincial como local, porque estamos rexistrando uns índices de criminalidade moi baixos, sobre todo se os comparamos cos datos nacionais, que sitúan a incidencia de infraccións penais en 46,8 por cada mil habitantes», indicó Larriba. En este campo la tendencia es a la baja mientras que en materia de infracciones administrativas se ha producido un aumento importante, fruto de los controles que está realizando la Guardia Civil. En violencia de género, Vilanova registra 18 casos activos y 14 mujeres cuentan con ordenes de protección. Larriba pidió a Durán que incluya a su Concello en el sistema integral de violencia machista.

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