Educación descarta la escuela de idiomas y derribará tabiques en el IES Castro Alobre

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La consellería apuesta por ampliar cuatro aulas y desplazar a las tardes uno de los cursos de bachillerato, probablemente 2.º, para evitar la fórmula semipresencial

07 oct 2020 . Actualizado a las 20:40 h.

Es, probablemente, la más estruendosa de las opciones. Pero también la que la Consellería de Cultura, Educación e Universidade considera la más acertada a la hora de evitar que los alumnos de bachillerato del instituto Castro Alobre continúen sometidos al modelo de clases semipresenciales. En la reunión que esta mañana mantuvieron los representantes del departamento de Inspección con la dirección del centro quedó claro que la única solución que, en su opinión, resulta viable es la demolición de tabiques para conseguir ampliar cuatro aulas a costa de otras cuatro. De nada servirá si uno de los dos cursos no se desplaza al horario de tarde. «Aínda estamos valorando cal dos dous niveis sería, pero o máis probable, por idade e madurez, será 2.º», comunicó el equipo directivo a las familias a través de un correo electrónico, una vez concluido el encuentro.

El Castro Alobre, con seguridad el instituto más saturado de la comarca, mantiene cuatro líneas de 1.º de bachillerato y otras tantas en 2.º. cada una de ellas con la nada despreciable cifra de 33 o 34 alumnos. Si la demolición de paredes se traduce en la consecución de cuatro aulas amplias, que permitan cobijar a tantos chavales con la adecuada distancia de seguridad, no habrá otro remedio que colocar a uno de los dos niveles por la tarde, con el inevitable cambio de horario para estudiantes y profesores.

No es esta la idea inicial que las familias de los alumnos trasladaron a Inspección el día anterior. La propuesta consistía en combinar esa ampliación de espacios con el traslado de uno de los dos niveles a la escuela oficial de idiomas, que dispone de seis aulas con capacidad para 24 estudiantes debidamente distanciados y otras nueve susceptibles de admitir a 18. La mayor parte de su actividad se concentra en el horario de tarde, por lo que, al menos teóricamente, tendría espacio disponible por las mañanas, aunque habría que ver hasta qué punto se ensamblaría con las necesidades del Castro Alobre.

Tanto Inspección como los responsables de la Xefatura Territorial de Educación en Pontevedra descartan, sin embargo, esta posibilidad por varias razones: «Implica o desprazamento de gran número de profesorado, coa conseguinte perda de clases ou retrasos nas mesmas: coincidencia de varios profesores ou profesoras á vez no desdobramento de optativas, coa consecuente ocupación de máis aulas das que se solicitan para os catro grupos desprazados; e a imposibilidade de acoller a todo o alumnado nas aulas da escola oficial, nas que non caben 33 ou 34 alumnos por grupo». 

Doce días lectivos en obras

Las previsiones que maneja Educación pasan por iniciar los trabajos de demolición de los tabiques la próxima semana. Algo así no puede llevarse a cabo mientras se imparte clase, así que las obras interrumpirán la actividad lectiva dos días para cada dos grupos, que la dirección irá comunicando a medida que la empresa que lleve a cabo la intervención lo vaya señalando. Entretanto, el centro continuará con la impartición de bachillerato en franjas horarias, a la vez que los grupos que no puedan dar clase trabajarán de forma telemática.

El equipo directivo del instituto aclara que la modificación de horarios no se aplicará esta semana, porque las obras no concluirán, como mínimo, hasta transcurridos doce días lectivos después de su comienzo. Cualquier otro cambio o información que añada la consellería serán trasladados a las familias por el propio centro.