Dos conserveras gallegas muestran su interés por hacerse con Thenaisie

Serxio González Souto
serxio gonzález O GROVE / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El Igape también está en contacto con Conservas Dani y sondeará a Alfonso Caneiro

06 oct 2020 . Actualizado a las 12:06 h.

No es que verdaderamente se anunciasen novedades en la reunión que el comité de empresa de Thenaisie-Provoté mantuvo ayer con Fernando Guldrís, el nuevo director del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), y Mercedes Rodríguez, directora xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica. Lo que sí ha cambiado es el contexto y las perspectivas de explorar, ahora sí, las posibilidades de que la histórica conservera de O Grove pase a mejores manos. Según las centrales que conforman la representación de su plantilla, la CIG y Comisiones Obreras, el encuentro sirvió para tantear el grado de implicación del actual responsable del Igape tras su toma de posesión del cargo, y de momento su equipo parece estar trabajando en la búsqueda de un inversor que pueda garantizar el futuro de las plantas de O Grove y Mos y de los 125 puestos de trabajo que sostienen entre ambas. Dos conserveras gallegas, una catalana y un fondo de inversión de origen valenciano forman parte de la ecuación.

Poco después de que el grupo rumano Scandia Food decidiese sumergir a Thenaisie en un proceso concursal, el nombre de Conservas Dani surgió como virtual comprador de la compañía arousana. Pese a los cinco meses transcurridos desde entonces, nunca había trascendido que el grupo catalán hubiese dado algún paso más que el de una mera muestra de interés. De acuerdo con la información que el Igape ha trasladado a las centrales, la compañía, que posee una planta en Carnota, sí habría solicitado ahora un par de semanas a la Xunta para dirigirse a los administradores concursales y estudiar a fondo la situación en la que se encuentra la empresa fundada en O Grove en 1904.

De forma paralela, el Igape se ha dirigido a dos empresas del sector conservero y capital gallego. Su nombre, de momento, no saldrá a la luz pública. No, al menos, hasta que sus responsables puedan analizar el estado de Thenaisie tras cinco meses en situación concursal y dos años de errática gestión a manos de Scandia. También en su caso, podría haber novedades en quince días.

La cuarta opción que en estos momentos está sobre la mesa es la del fondo de inversiones valenciano, la idea que menos seduce a los sindicatos. De su mano, concretamente de la de Rosa Abuín (CIG), surgió la idea de tantear de nuevo al industrial vigués Alfonso Caneiro, que apostó a fondo por comprar la conservera e integrarla en un grupo que posee flota propia en caladeros y circuitos de comercialización como para impulsar un proyecto de internacionalización de mercados para Thenaisie-Provoté. Cansado de que el grupo rumano le cerrase las vías para acceder a la información precisa, Caneiro acabó retirando su oferta. Ahora, el Igape se compromete a hablar de nuevo con él.

Entretanto, aproximadamente la tercera parte de la plantilla continúa sometida a un expediente temporal de regulación de empleo. En estos momentos, alrededor de noventa personas siguen trabajando en las instalaciones que Thenaisie posee en O Grove y Mos. Se dedican a la maquila, es decir, al envasado de productos del mar para terceras empresas. Algo que supone una fuente de ingresos en un momento especialmente complicado, pero en nada contribuye a la recuperación de su propia marca. Los representantes de la Xunta buscan de los potenciales compradores un plan de viabilidad en condiciones para poder abordar el futuro de la compañía. Mientras, dan por hecho que Scandia cumplirá su compromiso de mantenerse al margen si se concreta esa oferta.

¿Puede permitirse O Grove perder un centenar de puestos de trabajo?

s. gonzález

Tras la reunión de ayer en Santiago, los sindicatos lanzaron un mensaje de trabajo conjunto a tres bandas, entre el comité de empresa, la Xunta y los administradores concursales que ahora gestionan la empresa a fin de conducir a buen puerto alguna de las cinco posibilidades que están sobre la mesa. Existen buenas razones para que esa coordinación se mantenga con seriedad y lealtad. Tantas como los 125 puestos de trabajo directos que están en juego, a los que se unen otros tantos empleos vinculados al funcionamiento de la conservera arousana.

Que el turismo es importante para O Grove no constituye ninguna novedad. Pero, como la pandemia del coronavirus acaba de demostrar, depender económicamente de un flujo más o menos constante de visitantes de otras latitudes encierra en sí mismo un riesgo que difícilmente puede asumir ninguno de los municipios que baña la ría de Arousa: que los turistas, por la razón que sea, no vengan. Ahí está la Festa do Marisco, un evento que estaba a punto de autofinanciarse y movilizaba un millón de euros desde las arcas municipales, y ahora se ve congelado. Y con él, los puestos de trabajo directos e indirectos que generaba.

Mientras nadie demuestre lo contrario, la industria continúa siendo el músculo del empleo. El sector que mejores condiciones de trabajo y retribuciones salariales pone sobre la mesa. Preguntarse si O Grove puede permitirse perder un centenar de empleos directos en este ámbito constituye, en realidad, un ejercicio de obviedad, porque la respuesta está clara: no.