El británico Daniel McLay (Arkea-Samsic) fue el más rápido
03 oct 2020 . Actualizado a las 12:09 h.Todo parecía indicar que la quinta etapa de la Volta a Portugal se iba a resolver al esprint y eso fue lo que sucedió. Lo sabían hasta los esforzados que estuvieron muchos kilómetros escapados, en la busca de que sonara una campana que difícilmente repara en los más esforzados. Ayer, como tantas otras veces, lo único que sacaron quienes lo intentaron fueron unos minutos en le televisión, que tampoco está tan mal.
No hubo más. Cuando llegó el momento de apretar el pelotón tocó a rebato y los escapados acabaron diluidos en el grupo. La etapa, pese a lo que pudiera parecer, tenía trampa porque en sus últimos kilómetros guardaba algún repechito interesante y, sobre todo, era muy revirada. Varias rotondas y curvas cerradas, a veces todo sin solución de continuidad, obligaban a los líderes a no despistarse. Todos respiraron cuando se pasó la pancarta de los tres kilómetros finales, a partir de la cual cualquier incidente ya no computa en el tiempo final. En el esprint final, el británico Daniel McLay (Arkea-Samsic) fue el más rápido, por delante del venezolano Langel Linarez (Miranda-Mortagua) y del italiano Riccardo Minalo (Nippo Delko One Provence).
La general mantiene al portugués Amaro Natunes (W52-Porto) al frente, con trece segundos de margen sobre Frederido Figueirido y 1 min y 13 segundos sobre Gustavo César Veloso.