Las familias de los alumnos de los cursos afectados han acordado concentrarse este sábado, a las seis de la tarde, en la explanada del auditorio
24 sep 2020 . Actualizado a las 09:58 h.Duna Oubiña es estudiante. Este año cursa segundo de Bachillerato en el Castro Alobre. «E non é un segundo de Bacharalato coma outro calquera. É un segundo que vén dun primeiro que xa pasou boa parte do curso na casa. E ao que agora se nos pretende condenar a facer a metade do curso de novo dende a casa». Es la dichosa sempresencialidad, una fórmula ideada por la Xunta que colocará a los alumnos que como Duna se preparan para la ABAU «nunha situación desproporcionada con respecto aos demais rapaces de Galicia». Por eso esta joven lo tiene claro: «A semipresencialidade non é unha opción». Y como ella, lo saben muchos de sus compañeros -siempre hay quien se despreocupa-, los padres, y hasta la dirección del instituto. La comunidad educativa del Castro Alobre, de hecho, se ha manifestado una y otra vez en contra de una semipresencialidad que les ha venido impuesta y contra la que están dispuestos a dar la batalla. Primerio lo hizo el claustro de profesores, después el consello escolar. Y como quiera que la Xunta no ha atendido ni a unos ni a otros, ha llegado la hora de las movilizaciones.
Ayer por la tarde, las tres patas que dan forma a la comunidad educativa del instituto más populoso de Vilagarcía se vieron las caras en el salón de actos. Los docentes llegaban hartos, cansados tras tejer y destejer ideas y planes para intentar dar a sus alumnos la mejor de las enseñanzas posibles en un contexto complicado y parco en medios humanos. «¿Pero el problema es de personal?», preguntaban ayer algunos padres, que se resistían que la Xunta se negase a contratar a los once docentes que marcan la diferencia entre que sus hijos puedan tener un curso en igualdad de condiciones con el resto de estudiantes de segundo de Bachillerato del resto de Galicia. «Aos nosos fillos obrígaselles a saía un quilómetro por detrás do resto».
Concentración el sábado
La comunidad educativa no parece dispuesta a resignarse. Las familias de los alumnos de los cursos afectados, ya han acordado poner en marcha una campaña de recogida de firmas. Y además, han decidido concentrarse este sábado, a las seis de la tarde, en la explanada del auditorio, aunque esta cita aún debe confirmarse y comprobar que encaja con las nuevas restricciones sanitarias impuestas en Vilagarcía.