Ravella pedirá que la Policía Autonómica refuerce la vigilancia nocturna en agosto

Llega agosto. San Roque, aunque desprovisto de muchos de sus atractivos, llama a la puerta de Vilagarcía. No trae consigo ni la Festa da Auga, ni los demás eventos que movilizan multitudes. Pero, aún así, es más que previsible que Vilagarcía registre esos días un ajetreo intenso. También cuando caiga la noche. En previsión de ello, el Concello de Vilagarcía ha decidido dirigirse «á Xunta de Galicia para solicitar o apoio da Policía Autonómica nas labores de inspección e control dos protocolos de prevención do COVID en locais e zonas de ocio nocturno». Lo hace porque, según la normativa, «os órganos de inspección da Administración autonómica, no ámbito das súas competencias, poderán realizar as actividades de inspección e control oportunas para a vixilancia e comprobación do cumprimento das medidas de prevención aplicables».

La intención del Concello de Vilagarcía es que los agentes de la Autonómica apoyen «as labores de vixilancia e cumprimento dos protocolos que xa está a realizar a Policía Local, pero que precisan de certo reforzo coa previsión de que no mes de agosto aumente a afluencia de persoas ás zonas de ocio nocturno, especialmente durante as datas das festas patronais». Precisamente, para planificar cómo abordar el reto que se avecina, en los próximos días se celebrará una junta local de seguridad.

Y es que se aproxima un mes complicado. O quizás sea conveniente matizar: se acerca un mes aún más complicado. Porque la noche ya está siendo, en estos momentos, una fuente de quebraderos de cabeza para hosteleros, vecinos y, por supuesto, para la Administración y las fuerzas del orden. Según informa Ravella, «no marco das labores que está a realizar a Policía Local, esta fin de semana cursáronse cinco denuncias a outros tantos establecementos hostaleiros e de ocio nocturno». En tres de esos casos, la denuncia emana de las terrazas que seguían colocadas y a pleno rendimiento cuando ya deberían estar recogidas. Los otros dos expedientes fueron por incumplir el horario de cierre. Además, fueron denunciadas tres personas por no llevar mascarilla.

Pero esos datos son solo la punta del iceberg: la noche se desparrama más allá de los establecimientos de hostelería. Y cada vez son más voces las que alertan del riesgo que suponen tanto las fiestas privadas -a lo largo del fin de semana, fueron varias las llamadas realizadas a las fuerzas del orden, desde varios puntos de la comarca, para denunciar el alboroto provocado por este tipo de encuentros-, como los grupos que, sin control ni mascarilla, deambulan por las noches incumpliendo la normativa de prevención del covid-19.

En el caso de Vilagarcía, «o Concello insiste unha vez máis na necesidade de que a poboación cumpra coas normas de prevención, tanto no que á distancia de seguridade se refire como á obrigatoriedade de usar a máscara». Se apela también a los hosteleros y propietarios de locales nocturnos, a los que se reclama que «respecten os protocolos e horarios e que extremen as medidas de precaución porque de manterse a tendencia das últimas semanas [en lo que a rebrotes se refiere] córrese o risco de que sexa necesario aplicar novas restricións á actividade».

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