El festival cosecha un nuevo éxito de público pese a las restricciones sanitarias
20 jul 2020 . Actualizado a las 23:38 h.Hace unos años, un grupo de vecinos de A Armenteira (Meis) decidieron apostar por su lugar de residencia. Para ello organizaron, bajo la experta batuta de Paco Charlín, un festival de jazz que ha ido consolidándose hasta convertirse en una de las citas más atractivas del verano en las comarcas de O Salnés y Pontevedra. Jazz na Armenteira cerró ayer una nueva edición, y lo hizo como siempre: dejando en el público una sensación amable, alegre como muchos de los ritmos que durante los últimos días resonaron en las piedras de este cosmopolita rincón de Meis.
Como es habitual, el programa se desparramó durante dos noches y un mediodía, el de ayer. Los turistas que pasadas las doce se acercaban a visitar el monasterio de Armenteira se encontraban con terrazas animadas por el ritmo de una banda encaramada a un pequeño palco. Ante ella, algunos espectadores permanecían de pie, con la cara cubierta con mascarillas y el ritmo saliéndole por las sandalias. La mayoría, sin embargo, seguía la actuación desde las terrazas de los bares de la zona. Ya había sido así durante las noches: habida cuenta de que los conciertos ya no son como eran antes del covid-19, muchos optaron por reservar una mesa para una cena con banda sonora incorporada. El viernes, de la música se encargaron los integrantes del Miguel Lamas Quartet y New Ensemble Trío. El sábado, Dinis Costa Quartet y Adrian Solla Project. A esta sesión acudió la alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, que no oculta su satisfacción por la perfecta combinación de alegría y responsabilidad que reinó en las templadas noches de Jazz na Armenteira, «un dos grandes eventos, sen dúbida, do noso verán».