Los ambulantes se manifestarán el martes día 7 por el centro de Vilagarcía

Segundo día de nueva normalidad en el mercadillo de Vilagarcía y segundo día de conflicto. Los ambulantes afectados por la remodelación de la rúa Alexandre Bóveda decidieron no colocar sus puestos y comenzaron, además, una recogida de firmas para exigir al Concello que cambie sus planes y prohíba la circulación de vehículos los martes y sábados por la mañana. No se quedarán en eso los buhoneros, que han solicitado ya permiso a la Subdelegación del Gobierno para organizar una manifestación. La fecha elegida es el 7 de julio, martes, y la marcha partiría de Alexandre Bóveda y remataría ante el Concello tras recorrer buena parte del centro de Vilagarcía.

La manifestación de protesta no es la única acción que han puesto en marcha los ambulantes, que tienen previsto consultar con un gabinete jurídico la posibilidad de abrir un contencioso por el pago de las concesiones que ya han sido cobradas.

La tensión en la zona del mercado ayer por la mañana era evidente. Algunos de los ambulantes que están en las zonas adyacentes a Alexandre Bóveda decidieron poner sus puestos, pero otros muchos no, en solidaridad con sus compañeros. Hay tensión y hay unidad, según apunta la portavoz de los afectados, Mónica Rumbo, que asegura que cuentan con el apoyo del patriarca de los gitanos.

El Concello organizó una reunión al mediodía de ayer. A la cita acudieron media docena de ambulantes, en representación de sus compañeros, muchos de los cuales aguardaron el resultado de la cita en los jardines de Ravella. En el encuentro, el gobierno local, que estuvo representado por la teniente de alcalde Tania García, las concejalas de Mercados y Promoción Económica Alba Briones y Paola María, el edil de Limpeza Lino Mouriño, el cabo de la Policía Local y el responsable del mercado, propuso dos alternativas a los ambulantes de Alexandre Bóveda.

Las alternativas

La primera alternativa que Ravella ofreció a los buhoneros en su encuentro de ayer al mediodía consiste en mantener los puestos en una única fila con la novedad de que se cerraría el carril de circulación más próximo a ellos durante el tiempo necesario para las labores de montaje y desmontaje de los tenderetes (a primera y última hora de la mañana). La segunda supondría la reubicación de los puestos en el entorno del parque de A Xunqueira. Ninguna de ellas satisface a los ambulantes. La primera porque no corta el tráfico de vehículos durante la celebración del mercadillo y la segunda porque perderían su espacio ante la plaza. «Queremos estar cerca de la plaza, que es por donde se mueve la gente», explica su portavoz.

«As dúas opción precisan de ser estudadas polo miúdo para analizar nun caso a influencia no tráfico, e noutro as posibilidades das zonas a utilizar, así como os accesos de entrada e saída dos vehículos dos vendedores para a realización dos labores de montaxe e desmontaxe», subrayan, por su parte, fuentes municipales.

La reunión de ayer acabó sin ningún tipo de acuerdo, ni siquiera con algún acercamiento en las posturas, aunque, aseguran desde el Concello, se celebró «nun bo ton». Ambas partes, de todas formas, quedaron citadas para un nuevo encuentro que se llevará a cabo mañana por la tarde «co obxectivo de coñecer as preferencias dos mesmos, unha vez trasladen a proposta aos demais vendedores desconformes coa actual proposta», explican desde el Concello. Una respuesta de los ambulantes que, o cambian mucho las cosas en las próximas horas, o será contraria a cualquier de las dos posibilidades que les ofrece el ejecutivo socialista.

En cualquier caso, «a solución definitivamente aprobada deberá garantir igualmente a mobilidade de persoas e vehículos, tendo en conta ás últimas peonalizacións levadas a cabo para gañar espazos onde as persoas poidan manter as distancias de seguridade polo covid-19 -como foron as de Arcebispo lago e Conde Vallellano-, e as proxectadas no futuro», se advierte desde el gobierno de Alberto Varela.

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