Los columpios vilagarcianos comienzan su desescalada

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Ravella programa para este fin de semana la apertura, que será gradual, de los primeros parques infantiles de la ciudad

26 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La espera ha sido larga pero parece que, por fin, se atisba la luz al final del túnel. Los adultos, poco a poco, hemos ido recuperando la normalidad en la medida de lo posible, pero los más pequeños todavía tienen algunas restricciones en su día a día. Unas restricciones que en Vilagarcía son mayores que en otras localidades de la comarca porque los parques infantiles todavía permanecen cerrados.

Las condiciones de seguridad que se deben cumplir para su reapertura han imposibilitado que se abrieran, pero la situación cambiará en los próximos días. La intención del gobierno local es comenzar este fin de semana su apertura. Una apertura que se realizará de una forma escalonada y que comenzará por los que tienen una mayor afluencia de pequeños.

Según las disposiciones que regulan la desescalada de los parques infantiles, las instalaciones deben dotarse de los servicios necesarios, desde la organización del uso en los propios parques (solo se admite una persona por cuatro metros cuadrados) hasta la instalación de hidrogeles además de la garantía de que se limpiarán y desinfectarán una vez al día, como exige la comunidad autónoma.

Durante los últimos días, operarios municipales han venido realizando las obligadas medidas de desinfección en los parques infantiles de Vilagarcía. Una tarea complicada puesto que la ciudad cuenta con hasta 40 instalaciones de este tipo.

El cierre de los columpios no es homogéneo en la comarca. En Vilanova y Valga abrieron sus puertas sin mayores incidencias desde el primer día que pudieron hacerlo. Sucedió lo mismo en Cambados, donde todos estaban en perfecto estado de revista para atender a las indicaciones que llegaron desde la Xunta debido a la previsión de la concejalía de Obras para actuar a tiempo y desinfectar los parques. Con más calma lo llevaron en O Grove, donde tuvieron que esperar algún día más de lo que los chavales mecos hubieran deseado. Y ahora el turno es en Vilagarcía, donde los precintos han resistido mal que bien -en algún caso ha habido que renovarlo porque los vándalos lo rompían- durante más de tres meses y donde, por fin, desde este fin de semana los más pequeños podrán recuperar esa parte de su territorio.