Fichado por vídeo llamada, el vilanovés diseña el equipo que jugará la final a 4 copera
21 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Poio Pescamar ha cambiado de entrenador en pleno confinamiento. La salida de Raúl Jiménez abrió la puerta al fichaje más atípico de Manu Cossío, que se reincorporó al equipo por vídeo llamada y dirigió a las jugadoras desde casa cuando se pensaba que esto iba a reanudarse pronto para poder acabar la Liga. No fue así. Y a pesar de esta situación de incertidumbre en la que se encuentra el deporte, el club lo renovó por un año más. Será el técnico de Vilanova de Arousa quien dirija el conjunto de fútbol sala femenino en el año más ambicioso del Poio Pescamar.
Ya ha llegado la hora de ganar títulos para las rojillas, que han peleado en las últimas temporadas por hacerse un hueco entre los mejores colectivos del país. «Me comprometí con el equipo poco antes del covid-19, pero no pude ni entrenar, las presentaciones a la plantilla y a las jugadoras fueron a través de Zoom -aplicación de vídeo llamadas-», explica Cossío. Eso no supuso un frenazo en la preparación de las deportistas del Poio Pescamar, que siguieron recibiendo pautas de entrenamiento y sesiones grupales dos o tres veces a la semana.
La fase 1 no derivó en un cambio en los planes del Poio Pescamar, cuyas integrantes ya no se reincorporarán presencialmente a los entrenamientos al encontrarse ya buena parte de ellas en sus ciudades de origen. Ante este panorama, toca pensar en el futuro. «Nunca tuvimos tanto tiempo para preparar una temporada, habrá algún cambio en el equipo, tendremos que apuntalar algunos aspectos, pero la base de la plantilla va a ser la que está», indica Cossío, que se encontró un conjunto en un buen estado de forma y en trayectoria ascendente.
En Benavente hasta enero
El técnico de Vilanova de Arousa es un viejo conocido de los pontevedreses. Anteriormente había entrenado al Leis y a O Fisgón, que este año jugará el play off de ascenso a Primera División. Esta temporada Cossío estaba en el Atlético de Benavente como segundo entrenador y coordinador de la cantera, hasta que en enero se vio obligado a dejar el club y regresar a Galicia por asuntos personales. Pensó entonces que no volvería a dirigir un equipo este año, hasta que Juanjo García, presidente del Poio Pescamar, se puso en contacto con él. Y aunque la pandemia frenó en seco la Liga, no lo ha hecho con las expectativas con las que el arousana llegó al equipo.
Aunque en un principio tenía dudas de si podría continuar un año más, Cossío decidió asumir el reto de llevar el equipo a la final four. «Cuando me ofrecieron seguir le comenté a Juanjo que tenía previsto casarme en octubre y eso igual me obligaba a estar un mes fuera, pero ahora eso depende también del coronavirus», explica el técnico, que recibió el respaldo del club.
El entrenador vilanovés no parece amigo de lamentos y saca lo positivo de su incorporación: «Al final empezaré con el equipo en pretemporada y lo podré hacer ya a mi gusto. Si nada falla, deberíamos estar entrenando de nuevo en agosto para preparar la Liga y la Copa de la Reina». La mejor marea en la historia del Poio Pescamar.