Arousa afronta el primer día laboral del estado de alarma

Serxio González, Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Sectores como el marisqueo, la industria o la construcción trabajan con medidas de prevención del contagio y se suman al personal sanitario, de alimentación o de transporte en la comarca

16 mar 2020 . Actualizado a las 13:09 h.

Poca gente en las calles, pero bastante más tráfico. Actividad en obras públicas y pequeñas actuaciones de construcción. También en sectores fundamentales para la economía arousana, como el marisqueo y la industria, que se suman a quienes continúan funcionando desde el principio, como el personal de tiendas de alimentación y supermercados, los transportistas, los quiosqueros o los farmacéuticos, las fuerzas del orden, los equipos sanitarios y los servicios de emergencias. Así ha despertado Arousa al primer día laboral dentro del estado de alarma que el Gobierno decretó el sábado por la noche. Quien más, quien menos, adoptando medidas de prevención del contagio frente al coronavirus que, en ocasiones, cobran la forma de protocolos rigurosos, incluso implacables para tratar de frenar la pandemia. Las oficinas públicas evitan la atención personal en favor del teléfono y los medios telemáticos. Y la Guardia Civil y las policías locales establecen controles en la medida de sus posibilidades, como en A Illa, Cambados o Vilagarcía.

La normalidad intenta abrirse paso desde la ría. Esta mañana, las embarcaciones del raño han salido a faenar en los bancos de libre marisqueo. En las bateas donde deben pasar los controles se empiezan a notar las rarezas de estos tiempos: una cinta mantiene las distancias, y se insta a los mariscadores a guardar unos metros de precaución mientras esperan a que sus capturas sean pesadas y cribadas. En las lonjas, esta tarde, continuarán notándose las extrañezas de estos días. En las salas de subasta se extreman las normas de seguridad e higiene, pero se espera que los compradores no fallen. “Os nosos clientes de proximidade dixeron que ían asistir con normalidade”, explica Juan Rial Millán, el patrón de A Illa.

En cuanto al sector del mejillón, la actividad es reducida, pero no mucho más que en cualquier otro mes de marzo. En los muelles, en los puntos de control de Mexillón de Galicia se extreman las precauciones.