Vilagarcía también agota las mascarillas

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA/ LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

En las farmacias ya no quedan existencias, y las ferreterías que no han acabado el género están a punto de hacerlo. El gel para manos también se termina

29 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia no se había diagnosticado a día de ayer ningún caso de coronavirus, pero eso no evita que la preocupación -que a veces se torna en histeria- se haya instalado entre los gallegos. Arousa no escapa a este fenómeno y prueba de ello es que en Vilagarcía resulta casi imposible conseguir una mascarilla. Las farmacias hace días, en algunos casos semanas, que han agotado existencias y, a falta de boticas, el personal está recurriendo a las ferreterías.

Da igual el tipo de mascarilla de que se trate. La gente se lleva la que hay disponible, lo cual ha obligado a familiarizarse con un material que, hasta la fecha, solo empleaban personas que sufren patologías crónicas, los manitas del bricolaje y los profesionales del sector de la industria, el campo o la construcción.

Hay varios tipos en el mercado en función de su capacidad de filtrado y su nivel de protección; además de las quirúrgicas -las habituales en las consultas médicas- están las FFP1, FFP2 y FFP3. Las primeras resultan claramente insuficientes para frenar el Covid-19; las del nivel 2 bloquean el 92 % de los fluidos que llegan a la boca y las FFP3 aumentan esta protección hasta un 98 %.

De todos modos, los farmacéuticos insisten en la escasa eficacia de esa vía ante la alerta sanitaria que estamos viviendo. «No tiene ningún sentido, es todo desproporcionado», explicaba ayer María Jesús Rolán, de la farmacia Rolán Villaverde de Vilagarcía. Allí hace días que han quedado sin existencias, y no solo de mascarillas. Los geles desinfectantes para manos también empiezan a escasear y la demanda crece a medida que se van conociendo más casos de infectados en España. «Hay que tener en cuenta que las mascarillas son de un solo uso y, una vez que te la quitas, ya no ofrecen protección. Tiene mucho más sentido actuar a nivel inmunitario o antiviral, a nivel tópico y oral», explica. De manera que en este establecimiento recomiendan a sus clientes aplicar aceites esenciales de actividad antiviral, productos para aumentar las defensas del organismo y, por supuesto, lavarse las manos con mucha frecuencia. Y a falta de geles específicos, buenos son agua y jabón.

María Jesús Rolán confirma lo que constatan en el resto de las farmacias consultadas por esta redacción: «La gente está muy nerviosa con este tema». En García-Brabo, por ejemplo, dos de cada diez personas que entran en el establecimiento de As Carolinas lo hacen preguntando por las mascarillas. Se van de vacío porque las últimas que tenían las despacharon a principios de febrero, algunas de ellas para enviar a China.

Al principio, quienes acudían a comprar este producto lo hacían, en su mayoría, para enviarlo a zonas de riesgo o porque tenían previsto viajar. Desde que empezaron a aparecer los primeros casos en Europa, y desde esta semana en España, la demanda se ha disparado entre la población en general. Y si en las farmacias ya no es posible abastecerse, el personal se dirige a las ferreterías, aunque allí la situación tampoco es boyante.

En Bricocentro o Ferr-Carril hace días que han agotado existencias y en otros establecimientos de Vilagarcía están a punto de hacerlo. En Nartallo están despachando una media de 200 unidades al día, «pero a este ritmo nos quedaremos sin ellas en dos días», según apuntaban ayer desde la tienda. Y en Ferrokey y La Ferretería también están a punto de agotarlas, sin visos de que puedan reponer las estanterías dado que sus proveedores también están bajo mínimos.

En las ferreterías se están encontrando con un nuevo perfil de cliente. Si hasta hace un par de meses solo pedían mascarillas quienes iban a sulfatar, a pintar o pulir una superficie ahora acuden personas que nunca se han colocado este artilugio en la cara y que lo único que buscan es una suerte de seguro de vida ante lo que pueda pasar. La tranquilidad -que no la solución al problema- está al alcance de todos los bolsillos. El precio varía mucho en función del tipo de mascarilla. En BricoCentro, por ejemplo, comercializan una gama que va de los 0,75 euros la más sencilla a los 10 euros la más sofisticada. En Nartallo se puede encontrar una FPP2 a 1,33 euros y una FPP3 a 2,90 euros. Y el que quiera hacerse con una de ellas más vale que se dé prisa, porque vuelan.

Dos de cada diez clientes entran en García-Brabo preguntando por una mascarilla

En Nartallo venden una media de 200 al día, y en BricoCentro ya

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