El Concello se pone a disposición de los trabajadores y de la propia empresa ante la entrada en concurso de la histórica factoría
27 feb 2020 . Actualizado a las 17:54 h.La declaración de concurso de acreedores de Coinba, la última superviviente del antiguo destello industrial de Vilaxoán, constituye, a todas luces, una mala noticia. El gobierno local de Vilagarcía reaccionó ayer ante ella mostrando su solidaridad con la veintena de trabajadores que conforman su plantilla y poniéndose a su disposición, así como a la de la propia empresa, para evitar que la histórica factoría siga el mismo camino que Cuca. Esto es, el traslado, en el mejor de los casos, si no la desaparición, como ocurrió con Conservas Peña o, en los años 80, con toda una potencia como Atlántica.
«A portavoz do goberno municipal, Tania García, xa se puxo en contacto cos representantes dos traballadores, aos que lles transmitiu non só a solidariedade do equipo de Alberto Varela, senón tamén a súa preocupación polo futuro da empresa», indican fuentes de Ravella. En este sentido, el Concello garantiza que hará todo cuanto esté en su mano para que la actividad «dunha firma tan ligada á traxectoria industrial, social e económica de Vilaxoán» continúe en marcha.
Por lo pronto, el grupo socialista se reunirá con los representantes de la plantilla la próxima semana, «cando probablemente xa se terán máis detalles das intencións dos propietarios da fábrica e tamén sobre como vai articular o xulgado a súa intervención mentres dure o concurso de acredores», anuncia Ravella.
A solicitud de la propiedad
Compañía Industrializadora de Bacalao S. L. (Coinba) solicitó el concurso de acreedores voluntario ante una situación que la propiedad entiende próxima a la insolvencia. Así lo considera acreditado el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra, que aceptó la petición a finales de la semana pasada. El siguiente paso de este proceso es el nombramiento de un administrador concursal, que asumirá la responsabilidad sobre las tres naves en las que opera la empresa, dedicada a la preparación de bacalao en diferentes presentaciones y a su comercialización.
El origen de Coinba se encuentra en una factoría de salazón de sardina que, retomando la tradición de los empresarios catalanes desembarcados en la ría, se fundó en Vilaxoán a finales del siglo XIX. En 1961, la compañía arousana esquivó la crisis desencadenada por la desaparición masiva de la sardina en el litoral gallego. Lo hizo reinventándose para orientar su funcionamiento hacia el sector del bacalao.