«Yo no puedo ser esclava de una persona, ni ella mi rehén», dicen reclamando el cambio de la ordenanza de vehículos de discapacitados de Vilagarcía

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La mujer de un dependiente pelea por eliminar el límite de un solo conductor asistente para la exención del impuesto de circulación

19 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El marido de María Ángeles Cortés Pérez es una persona con una discapacidad reconocida del 76 %, a la que añade la necesidad del concurso de una tercera persona para poder realizar cualquier actividad básica de la vida diaria. Ángeles suele ser esa tercera persona, también cuando se trata de facilitar a su esposo transporte en su vehículo particular. Una circunstancia que la llevó a dirigirse en marzo del año pasado al Concello de Vilagarcía para acogerse a la exención del pago del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, de competencia municipal, a la que tiene derecho una parte importante del colectivo de personas con discapacidad en base a la ordenanza fiscal aprobada en su día por el gobierno local. Desde Ravella se desestimó la solicitud. ¿El motivo? «A póliza do seguro rcoñece a existencia doutras persoas autorizadas para a conducción do vehículo, ademais do asistente do mesmo, Ángeles Cortés, polo que non cumpre a exclusividade esixida», reza la resolución, en referencia a la restricción municipal a un único individuo de la conducción del coche de su titular discapacitado.

Por dos veces ha recurrido la negativa del Concello Ángeles, la última, el mes pasado, sin suerte. Y en ambas ocasiones el corazón de su argumentación dispara contra la «discriminación» a la que ve sometidos a parte de los beneficiarios potenciales de la exención del impuesto. Así, expone que «el discapacitado que conduce va donde y cuando quiera, y está exento del impuesto de circulación. El discapacitado que no pude conducir, o paga el impuesto, o restrigen su movilidad por obligarlo a depender solo de una persona».

«En el caso de los minusválidos dependientes», como el suyo, «si yo estoy enferma, o si estoy trabajando, o si no me da la gana, él no se mueve. Yo no puedo ser esclava de una persona 24 horas (al día), ni ella mi rehén», denuncia Cortés, que tras hablar con la teniente de alcalde Tania García el pasado verano cuando contaba con una cita con el regidor, Alberto Varela, y tras haber puesto su caso en conocimiento de un concejal de EU y del PP sin sacar nada en limpio, se muestra dispuesta a seguir batallando para que el Concello de Vilagarcía autorice en su ordenanza a que más de un conductor pueda transportar a un discapacitado en el vehículo del que este es propietario.

Dispuesta a iniciar una campaña de recogida de firmas

María Ángeles Cortés afirma que ha consultado su caso con la Xunta y el Defensor del Pueblo de Canarias, comunidad en la que pasa con su marido parte del año, y que en ambos casos le han asegurado que la ordenanza vilagarciana es «injusta» al restringir a un único conductor autorizado para obtener la exención del impuesto de circulación. Cortés explica que ha pagado el impuesto de este año, y que «tengo capacidad económica para ello; lo que no puedo soportar», añade a renglón seguido, «es la discriminación. Reclamo por la injusticia. Hay minusválidos que no podrán pagar ese impuesto, y a los que indirectamente se está criminalizando» por sobrentender su intención de emplear la ordenanza en beneficio fiscal de terceros. Así las cosas, si Ravella no accede a modificar su normativa, que ella califica ilegal, Ángeles anuncia una campaña de recogida de firmas a su regreso a Vilagarcía en verano.