La plantilla de la antigua Lantero se movilizará si la dirección no corrige la desigualdad salarial

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El comité considera un desprecio que la cúpula de DS Smith asegure estar dispuesta a soportar otra huelga

08 feb 2020 . Actualizado a las 21:16 h.

Hace cinco años, el desembarco de DS Smith coincidió con el final de una de las huelgas más duras y prolongadas de cuantas se recuerdan en la Galicia reciente. Cuatro meses, 118 días de movilización para evitar que el grupo cartonero Lantero ejecutase los 56 despidos que había anunciado, lo que hubiese equivalido a llevarse por delante la mitad de su plantilla. Desde la adquisición de la planta por parte de la multinacional británica, apenas habían trascendido problemas laborables merecientes de concentrar el ojo de la actualidad sobre la planta de O Pousadoiro. De acuerdo con lo que acaba de explicar el comité de empresa, ese ambiente de aparente tranquilidad está a punto de fracturarse.

Todo se remonta, apuntan los representantes de los trabajadores, a un proceso de negociación que se inició en marzo, hace casi un año, «no que se lle tentou facer comprender á dirección que non se pode manter unha situación discriminatoria no tocante aos salarios que perciben as novas traballadoras e traballadores con respecto a aqueles de máis antigüidade». El comité recuerda, además, que la ley establece que ante un cambio de titularidad en una empresa el nuevo propietario debe subrogar las condiciones que se estuviesen aplicando en la compañía; acuerdos que en Lantero datan del 2009.

La plantilla, que asegura haber accedido a numerosas cesiones para alcanzar un acuerdo, advierte de que, después de diez meses de conversaciones sin resultado, está dispuesta a ejercer su derecho a la movilización. Sin embargo, «ante esta situación de posible conflito, a dirección de DS Smith, nun exercicio de desprezo á mobilización dos traballadores, xa transmitiu a súa disposición a aguantar a folga con tal de non ceder», lamenta el comité, que interpreta este gesto como el síntoma de que ese conflicto puede ser largo en el tiempo, de forma que «a asemblea de traballadores está concienciada de que irá aumentando a súa dureza a medida que pase o tempo sen unha solución razoada». Ahora, la plantilla dará un margen de unos días para que la dirección recapacite. De no ser así, marcará un calendario de paros.