Cada vez son más las bodegas que se animan con estas elaboraciones en las que se utilizan ya diferentes tipos de variedades de uvas: albariña, treixadura y sousón

m. alfonso

Dice la tradición que el año nuevo hay que recibirlo con un buen brindis de champán. Y muchos serán los hogares gallegos que, fieles a la costumbre, descorcharán uno de los famosos vinos franceses, o en su defecto un buen cava catalán, para darle la bienvenida como se merece al 2020. Sin embargo, en muchas casas, esta rutina ha caído en desuso. Porque lo que ahora lleva es utilizar los espumosos para abrir boca, es decir, para servir los aperitivos. Y si hace unos años no era posible encontrar un vino gallego con el que brindar antes o después de la cena, ahora mismo la oferta es amplia y variada y, sobre todo, de una gran calidad, como lo acreditan los premios logrados por estas elaboraciones en los concursos internacionales. Las bodegas gallegas, y por ende las denominaciones de origen, se han lanzado a la conquista del mercado de los espumosos. Así que bien sea para despedir el 2019, bien para recibir al 2020, hay albariños, treixaduras y godellos. Todos, por supuesto, con sus finas burbujas.

Santi M. Amil

«Estoy segura de que en Galicia llegaremos a hacer grandes vinos espumosos». Quien habla es la enóloga gallega Cristina Murga, que se ha lanzado a la elaboración de este tipo de vinos en el territorio de la Ribeira Sacra. Esta es una de las denominaciones de origen gallega que no cuenta con un reglamento específico para este tipo de vinos. «Poden facerse como viños experimentais, pero non temos regulamento porque non houbo solicitudes», argumenta el presidente del consello regulador, José Manuel Rodríguez. Murga trabaja al margen de la denominación con dos espumosos de nombre Sinda, un godello y un sousón, y con Chris, elaborado con branca lexítima y godello.

LOLITA VÁZQUEZ

Valdeorras y Rías Baixas

Más tradición, en cambio, hay en Valdeorras y Rías Baixas. Estas dos denominaciones de origen fueron de las primeras en disponer de un reglamento para amparar estas elaboraciones. En la primera de ellas solo una bodega, Roandi, elabora espumosos. Su oferta es amplia, pues cuenta con seis vinos en los que emplea diferentes variedades de uva, entre ellos, un Brinde Roandi 100 % godello o un Brinde de Rosas de mencía albarello y sousón. En tierras del albariño, en cambio, los espumosos han calado y «en la actual campaña contamos con 16 bodegas que elaboran 24 marcas de Rías Baixas espumoso de calidad», explica Agustín Lago director del órgano de control del consello. Esta entidad certifica que el interés va en aumento en la denominación de origen. «Tanto es así, que el número de bodegas no ha parado de crecer año tras año, desde las cinco iniciales hasta las 24 que están elaborando hoy», añade. Durante las últimas semanas, el consello regulador ha certificado más de 124.000 botellas de estas elaboraciones pues, anualmente, se elaboran en torno a los 90.000 litros de albariño mediante el método champanoise, que es el único autorizado por el consello.

Santi M. Amil

Con historia

O Ribeiro ha sido la última denominación en modificar su pliego de condiciones para autorizar este tipo de vinos. Al consello regulador todavía no ha llegado ninguna petición oficial para amparar espumosos. Y eso a pesar de que en su territorio se ubica una de las bodegas con más historia en los vinos con burbuja. Se trata de la cooperativa Viña Costeira. «El fundador de la bodega ya compró máquinas para hacer este tipo de vinos», explica el enólogo de la firma, Manuel Castro. Pero no fue hasta el año 89 que se presentó la primera experiencia. Tuvo un corto recorrido, porque los mercados no estaban preparados. Sin embargo, hace unos años, la bodega retomó el proyecto y con notable éxito. «En el 2008 retomamos el proyecto y hoy sí que hay un interés muy bueno por estos vinos», cuenta Castro. También aquí han apostado por variedades de uva gallega, concretamente, por la treixadura. «Creemos que somos los únicos del mundo que hacemos un 100 % treixadura», asegura. Tres espumosos forman actualmente su catálogo. Lúa Jazz Brut Nature, con cero por ciento de azúcar añadido. «Es un vino con cien meses de crianza en lías que no vale para los postres, es para comer con él», explica Castro. Cuentan también con un brut, con una crianza de quince meses, y con el Lúa de Costeira, que llega por primera vez a los mercados y está más enfocado a la alimentación.

Monterrei es, por ahora, la única denominación de origen gallega cuyo consello regulador no cuenta con reglamento de espumosos, además de que tampoco hay constancia de bodegas que trabajen en estas elaboraciones en este territorio. Pero en el resto de Galicia los espumosos han llegado para quedarse. De albariño, de sousón, de treixadura y de godello estos vinos son la alternativa perfecta para despedir al 2019 o recibir al 2020, a gusto del consumidor.