
Las activistas Georgina de los Ángeles Molina y Alicia Valencia hablarán en el Salón García sobre la complicada situación que viven en sus países
19 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Alicia Valencia trabajaba como guarda indígena para la defensa de la naturaleza, el territorio, la lengua y las mujeres de su comunidad cuando las amenazas de un familiar la obligaron a tener que dejar su lugar de residencia en Cauca (Colombia).
Georgina de los Ángeles Molina trabajaba en Nicaragua desde el movimiento feminista como terapeuta con mujeres víctimas de violencia sexual (ella misma sufrió abusos cuando tenía seis años). Fue amenazada en el año 2018 tras llevar alimentos a las personas movilizadas contra el gobierno de Daniel Ortega y tuvo que huir del país cuando la situación que vivía le impedía acudir a su trabajo sin el riesgo de sufrir una agresión.
Ambas estarán esta tarde (19.00) en el Salón García contando su experiencia y la de tantas de sus compañeras en una charla que lleva por título «A loita comunitaria das mulleres en Colombia y Nicaragua» y que organizan la Diputación de Pontevedra y la coordinadora gallega de oenegés para el desarrollo.
Alicia y Georgina fueron recibidas ayer por la diputada provincial Iria Lamas, que se quedó impresionada al escuchar sus vivencias. «É o tempo de poñer en valor ás persoas. Alicia Valencia díxonos que cando as mulleres avanzan, os homes non retroceden, avanza toda a sociedade. Georgina e Alicia realmente avanzan polos dereitos. Que mellor voz que a súa para falar do que sucede en Colombia e Nicaragua», apuntó la diputada provincial.
La persecución contras las organizaciones y las personas que defienden los Derechos Humanos no ha hecho otra cosa que crecer en los últimos años. En el 2018, 321 personas de 27 países fueron asesinadas a raíz de las denuncias que estaban realizando, según los datos que ha recopilado la organización Front Line Defenders. Es la cifra más alta de siempre. Los conflictos aumentan por la expansión de las actividades extractivas y las comunidades indígenas son las principales víctimas. Las mujeres, además de sufrir las mismas amenazas que los hombres, sufren violencia de género.
Alicia Valencia, que ahora participa en el Programa Catalán de Protección para defensores de los Derechos Humanos, y Georgina de los Ángeles Molina, que es psicólogsa especialista en tratamiento y acompañamiento de agresión y abusos sexuales y actualmente solicitante de asilo político, hablarán esta tarde de la situación en sus respectivos países de origen y de los pasos que se están dando para que se cumplan los derechos humanos y, sobre todo, de los muchos que quedan todavía por dar. «Estamos luchando por nuestro territorio, por la vida, y continuaremos hasta que se apague el sol», apuntaron ayer en la Diputación.