Medio millar de gallineros se han dado de alta en O Salnés desde la crisis aviar

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La mayoría son de riesgo especial, aunque no se ha detectado ningún caso de gripe

17 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

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Hace ahora tres años, saltaban las alarmas por la detección de varios casos de gripe aviar en países cercanos a España, como Francia. La situación obligó a la consellería do Medio Rural a poner en marcha una serie de medidas, destinadas a evitar que la enfermedad se propagase, sobre todo, por el contacto de las aves de corral con las silvestres. Entre otras cuestiones, la Xunta creó un censo de gallineros y pidió a los propietarios de este tipo de instalaciones que los cubrieran con algún tipo de malla. La iniciativa surtió efecto porque en la comunidad no se ha detectado ni un solo positivo en todo este tiempo. Además, el censo de gallineros cuenta ya con 3.242 inscritos, la mayoría, ubicados en las provincias de A Coruña y Pontevedra.

Aunque no se han registrado casos de enfermedad en Galicia, desde Medio Rural recuerdan que el protocolo de vigilancia sigue en marcha. De hecho, los propietarios de gallineros deben proceder a su registro en las oficinas correspondientes, además de que tienen que tomar una serie de medidas preventivas para evitar que sus animales se contagien, como por ejemplo cubrir las zonas al aire libre con redes. Al mismo tiempo, los servicios de la consellería mantienen la vigilancia. De hecho, aseguran en la Administración autonómica, todos los veterinarios oficiales, así como los agentes del sector avícola, reciben información actualizada sobre la situación epidemiológica de esta enfermedad en España y el resto de países. También se les pide que mantengan una estrecha vigilancia sobre las aves domésticas, para que den aviso en cuanto detecten algún síntoma de la enfermedad.

Medio Rural ya había informado al sector sobre la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas gallegas, con el fin de evitar que estos animales entraran en contacto con las silvestres, que pueden ser portadoras de esta enfermedad. También se mantiene un programa de vigilancia activa, que incluye visitas a explotaciones concretas en función de un análisis de riesgos de contagio que se realizó previamente. Además, se controlan todas las aves que llegan a la comunidad procedentes de zonas de riesgo y se ha pedido a Medio Ambiente que refuerce los sistemas de vigilancia de las aves salvajes que se encuentren muertas.

Riesgo y vigilancia

Atendiendo a los riesgos de contagio de la enfermedad, en Galicia se ha establecido una zona de especial riesgo y otra de especial vigilancia. En la primera se incluyen siete municipios de la comarca arousana, ubicados en la desembocadura del Umia. Y es que este es un lugar de paso de aves migratorias, de ahí que pueda haber más riesgo de contagio. En cuanto a las zonas de vigilancia se corresponden con los municipios de Cariño, Dumbría, Mazaricos, Ortigueira, Porto do Son, Ribeira, Vimianzo y Zas en A Coruña; Ribadeo y Trabada en Lugo; Rairiz de Veiga, Sandiás, Vilar de Santos y Xinzo de Limia en Ourense; y A Guarda, Marín, Meis, Moaña, O Rosal, Poio, Pontevedra, Redondela, Soutomaior, Tomiño, Tui, Vilaboa y Vilagarcía en Pontevedra. En todas estas localidades, los propietarios deben inscribir sus gallineros familiares en el censo de la Administración autonómica. La medida solo buscaba que la Xunta tuviera datos de estos corrales y poder facilitarles a su propietarios información sobre las medidas que deben tomar para evitar los contagios. Tres años después de que se pusiera en marcha este registro, se ha inscrito un total de 3.242 dueños de corrales. La mayoría de ellos, 1.507, se ubican en la provincia de A Coruña, donde localidades como Dumbría o Mazaricos tienen más de doscientas instalaciones de este tipo. Otros 1.342 pertenecen a la provincia de Pontevedra, 440 de los cuales están situados en zona de especial riesgo de contagio. Aquí son las localidades de Meaño (119) y Sanxenxo (153) las que más gallineros han inscrito en el censo de la Xunta.