Atropellan a un policía local cuando regulaba el tránsito de escolares en un paso de peatones

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

CEDIDA

El conductor, que resultó ileso, alegó que el sol le deslumbró

10 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo quedó en un susto, pero pudo haber sido mucho peor. Sucedió a las nueve y veinte de la mañana, cuando un policía local regulaba como cada mañana el paso de escolares en la avenida de As Carolinas hacia una parada de autobús para coger el autocar que los trasladaría al colegio de Rubiáns. Cuando el agente dio el alto a un Chrysler Stratus su conductor no paró y lo arrolló.

El agente salió despedido tras ser golpeado por el parabrisas del coche y cayó al suelo. El incidente fue muy aparatoso, pero afortunadamente todo quedó en un susto. El policía fue trasladado al Hospital do Salnés donde se comprobó que no había sufrido ninguna rotura ni lesiones internas, pero sí numeroso golpes que recomiendan la baja médica durante algunas jornadas.

Un susto grande

Susto grande se llevaron también los chavales y sus familiares, que estaban esperando para coger el autobús que les debía llevar como cada día al colegio de Rubiáns y el propio autor del incidente, que se puso muy nervioso tras el incidente, al igual que la persona que lo acompañaba en el coche en el momento del accidente. El hombre, de 72 años de edad, alegó que el sol le había deslumbrado y por eso no detuvo el vehículo a tiempo de poder evitar el atropello y la versión coincide con la de algún testigo que vio como intentaba bajar la visera justo antes del incidente.

Desde la Policía Local se reconoce que el problema del sol, que a esas horas da de frente a los vehículos que circulan en ese sentido. Es algo inevitable y de ahí que los efectivos policiales acudan cada día a regular ese paso de peatones que es especialmente peligroso a primeras horas de la mañana.

Afortunadamente todo quedó en un susto porque, como recuerdan desde la propia Policía Local, todo podría haber tenido un final bastante más desagradable si en lugar del agente vilagarciano, el coche se hubiera llevado por delante a alguno de los chavales, que tienen una altura y un peso muy inferior al de la persona que resultó atropellada