En cuanto al origen del incendio, no parece que el azar haya tenido nada que ver. «Fixádevos no sitio que ardeu, aí non hai nin sequera tendido eléctrico que puidese facer un corto circuíto», razonan los trabajadores municipales. Nadie duda de que la mano de algún tipo con muy mala idea está detrás del siniestro. El punto limpio no funciona los domingos y es fácil aprovechar un momento en el que nadie esté a la vista para introducirse en él. Si quien lo haga tiene ganas de montarla, el resultado perfectamente puede ser este. Lo que se calcinó fue una especie de caseta en la que se guardaban electrodomésticos. Los aparatos resultaron destruidos, pero al menos las llamas no pudieron salir de allí. Esta vez, por un pelo.