Blanco y Touriñán pasarán tres «noites na praia» en Vilagarcía

AROUSA

MONICA IRAGO

La alta demanda de entradas obliga a organizar un tercer pase de la función en el auditorio

17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay algo que ha quedado claro en los últimos años en Vilagarcía es que Carlos Blanco es profeta en su tierra, Cada vez que el actor se pasa por su ciudad para mostrar alguno de sus proyectos, el éxito está asegurado. Si, además, llega acompañado de Xosé Antonio Touriñán el cartel de no hay billetes está asegurado.

Ha sucedido, una vez más, con «Unha noite na praia». Dos eran en un principio las actuaciones que estaban previstas para el desembarco de Touriñán en el auditorio vilagarciano, pero la alta demanda de entradas ha provocado que los protagonistas hayan decidido añadir una función más al programa.

Así, además, del viernes día 4 de octubre a las 20.30 y del sábado día 5 a las ocho de la tarde, habrá un tercera pase de «Unha noite na praia» el domingo día 6 a las siete de la tarde.

Las entradas se pueden adquirir en la web de ticketea y tienen un precio de 12,15 y 18 euros, más los gastos de gestión.

Escrita por Javier Veiga

«Unha noite na praia» está escrita y dirigida por Javier Veiga y ha sido producida en Galicia por Ainé Producións. Cuenta con la escenografía de Carlos Alonso y la dirección técnica de Dani Juncal y la dirección de producción de Javi Lopa, Paco Abelleira y Álvaro Pérez.

La obra tiene a Touriñán y Blanco como protagonistas absolutos, Cuenta la historia de Klaus, un sueco, y manuel, un gallego, que coinciden disfrutando de una puesta de sol en una playa. Coinciden para desgracia de Manuel, que trabaja en un chiringuito y quiere acabar de recoger. Tiene el trabajo prácticamente hecho. Solo le faltas por recoger una de las hamacas, que está ocupada, obviamente, por Klaus.

Y a partir de ahí surge a disputa. Uno quiere marcharse a su casa de una vez y el otro insiste en tomar su particular arrancadeira y en usar a Manuel como psicóogo y paño de lágrimas. A partir de ahí surgen toda una conversación con unos diálogos que provocan la carcajada continua en el espectador, pero que también le puede llevar a la reflexión de que, quizás, los gallegos y los suecos, como todos en realidad, nos parecemos más de lo que pueda semejar a simple vista. Solo hay que escarbar un poco, pero ni se le ocurra hacerlo cerca del chiringuito de Manuel, que el hombre lleva meses intentando cerrarlo y no hay manera.