Un vertido de pintura y lejía mata a una decena de truchas en el tramo urbano de O Con

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

cedida

El Concello de Vilagarcía sanciona a los responsables del punto contaminante tras localizar su origen

15 sep 2019 . Actualizado a las 20:47 h.

Los puntos a los que la asociación de vecinos Fonte da Coca dirigen su atención son variados. Desde el transporte en bus a la iluminación pública, pasando por la seguridad vial. Uno de ellos es, sin embargo, recurrente: el estado de salud del río de O Con a su paso por el casco urbano de Vilagarcía. Y, muy concretamente, el tramo que configura el parque de A Coca. Ayer, por enésima vez, un vertido contaminante se adueñó de sus aguas, regalando al entorno del cauce un desagradable olor. El efecto de este fluido, de tonalidad blancuzca, no tardó en dejarse notar. Los representantes del propio colectivo vecinal recogieron en la orilla una decena de pequeñas truchas muertas. Al parecer, fue la sustancia la que acabó con ellas.

El fluido, explica Óscar Rey, portavoz de la asociación, manaba de una tubería de color naranja, que se abre al río en las proximidades de la Fonte da Coca. «Estamos cansados de acudir a Augas de Galicia sin que nos den una solución, porque lo que desde luego no se puede decir es que aquí estemos cuidando el medio ambiente», indica Rey. Su compañero Santiago Garrido, visiblemente enfadado, lamenta que este tipo de escenas se repitan. El colectivo, subraya Rey, también ha acudido al Concello para advertir de los problemas que sufre el tramo urbano de O Con. La respuesta de la Administración local no se demoró, puesto que tanto el servicio municipal de Emerxencias e Protección Civil como una patrulla de la Policía Local se personaron en el punto del vertido en cuanto Ravella tuvo conocimiento de lo que estaba sucediendo.

Los operarios municipales localizaron el origen de la sustancia que manchaba el río en los trabajos que se estaban realizando en una terraza próxima. Una mezcla de lejía y pintura se había filtrado al río, provocando el vertido al que los agentes reaccionaron con la correspondiente sanción económica.

Dada la altura a la que se produjo el vertido, no parece tener nada que ver, en esta ocasión, con el célebre regato que cruza un garaje en la avenida Rodrigo de Mendoza. Aunque tampoco estaría mal saber qué ha sucedido con la última fase de las obras de la canalización exterior de este afluente de O Con, pendiente de que Augas de Galicia la ejecute para pasarle la factura a la promotora Vicando, autora de este triste dislate urbanístico.