En su afán por llevarse alguna de las bicicletas dejaron inutilizado el servicio, que ha sido precintado para evitar accidentes
21 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Comencemos por aclarar que no sucedió ni en la víspera de la Festa da Auga ni durante su desarrollo. No hay, por lo tanto, que echarle la culpa al desparrame acuático y a todas las consecuencias que genera. Se trata, sencillamente, de vandalismo puro y duro, de mala educación, de un exceso de testosterona mal encauzada... vaya usted a saber. El asunto es que unos energúmenos destrozaron el puesto de Vai Bike que está a la entrada del barrio de O Piñeiriño.
Llevarse las bicis
Por sus huellas los conoceréis y en este caso parece claro que su intención era llevarse alguna de las bicicletas que estaban en el puesto, porque el resultado del desaguisado fue que los vehículos de dos ruedas acabaron por los suelos y el enganche al que estaban sujetas también. Cierto es que se demostró que el candado era bueno, porque los autores de los hechos no fueron capaces de sacar la bici del sitio donde estaba enganchada.
Desde el Concello aseguraban ayer que no conocían la causa del desaguisado -aunque testigos aseguran que fue cuestión de una pandilla de vándalos y no del despiste de algún conductor-, pero que las obras de reparación ya comenzaron ayer y que confían que en breve el servicio vuelva a estar operativo.
Entre tanto, lo que se ha hecho desde el Concello es precintar el lugar para evitar que se produzca cualquier tipo de accidente porque lo cierto es que el aprendiz de animal que se encargó de destrozar el puesto lo hizo muy a conciencia y dejó varios hierros al aire.