Vilagarcía solicita un millón de euros a Europa para el carril bici del paseo marítimo

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La estructura contará con dos sentidos de circulación, a instalar sobre la zona de arena, y estará flanqueada por bancos y arbolado

20 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La relación entre Vilagarcía y sus carriles bici tiene su historia. Especialmente por lo que respecta a la estructura que debería haber unido, hace más de veinte años, el centro de la ciudad con Carril. Corrían los tiempos del socialista Javier Gago en la alcaldía cuando, al hilo de la creación del paseo marítimo, el Concello diseñó un carril bici que nunca pudo hacerse. La razón fue la rotunda negativa de los vecinos del antiguo barrio de la Prosperidad, aquellos cuyas propiedades se asoman a la playa, a ceder la franja de terreno necesaria para hacer realidad el proyecto. Años después, los tribunales dieron la razón a Ravella, que pudo incluso expropiar el suelo preciso. Pero había pasado demasiado tiempo y el gobierno local optó por dejar las cosas estar. El resultado es ese extraño carril en A Concha que, a los pocos metros de iniciarse, concluye contra el muro de una cafetería. Ahora, otro regidor socialista, Alberto Varela, se propone completar lo que en su momento quedó en el aire.

Vilagarcía espera disponer, para ello, del apoyo económico de los fondos europeos Feder. El equipo de Varela concurrirá a una nueva convocatoria de esta serie de ayudas con el objetivo de obtener 1.102.807 euros. Se trata del 80 % del coste calculado para el carril bici, de forma que el 20 % restante, 275.701 euros, correría a cargo de las arcas municipales. La petición, que se tramita a través del MInisterio de Transición Ecológica, se acoge a la implantación de planes de movilidad urbana sostenible, que, por lo que respeta a Ravella y a su modelo de ciudad, encuentran en la bicicleta una de sus principales alternativas al uso de vehículos a motor. En el marco de estas políticas se encuentra, precisamente, la creación de infraestructuras que permitan el uso seguro de la bicicleta, como es este caso y el de las ciclovías que proyecta la concejala de Urbanismo e Mobilidade, Paola María.

De O Ramal al lavadero

Con respecto al diseño en sí, el Concello de Vilagarcía dispone desde hace meses de un anteproyecto claro. Elaborada por AM2 Arquitectos, la propuesta define una infraestructura de 1.273,50 metros de longitud que discurre entre la zona de O Ramal y el espigón de la calle San Andrés, en el entorno del lavadero. Con un ancho de tres metros, el carril bici contará con un doble sentido de circulación que se creará sobre la parte exterior del paseo marítimo, ocupando, por lo tanto una franja de lo que hoy es arena. Esta idea es posible gracias las gestiones que el gobierno socialista emprendió durante el mandato anterior ante del departamento de Costas del Estado y cobraron la forma de una concesión administrativa de los terrenos necesarios.

Su superficie se levantará sobre una base de hormigón armado de veinte centímetros de espesor. Esta se cubrirá con un pavimento específico para la rodadura de bicicletas, dotado de la adherencia necesaria y con un elevado nivel de durabilidad.

La plataforma será de color verde y se dividirá entre la zona destinada específicamente a la circulación de las bicicletas, con un carril para cada uno de los dos sentidos, y una zona denominada buffer. Este buffer servirá para separar lateralmente el carril bici del paseo peatonal. En el lateral opuesto, el que se abre a la playa, se instalará un borde de unos diez centímetros de altura.

Protección frente a la arena

El objetivo de esta ligera barrera es evitar que la arena penetre en la senda ciclista. Cuestión distinta es lo que pueda suceder con el abrojo, esas molestas semillas arbustivas rodeadas de pinchos que se han convertido en el enemigo número uno de las ruedas de las bicicletas y Ravella trata de erradicar a mano. La actuación incluye, por último, el pintado de toda la señalización horizontal, en la que se prevén pasos de peatones para que la gente pueda atravesar el paseo hacia la playa sin peligro. Finalmente, se propone la plantación de árboles y la colocación de bancos.