Nueve detenidos por la Guardia Civil en una operación contra el narcotráfico en el corazón de O Salnés

S. González / J. R. VILAGARCÍA

AROUSA

OSCAR VIFER

Se ha desarticulado una red capaz de mover alijos de 18 millones

02 oct 2019 . Actualizado a las 16:42 h.

A falta de que el levantamiento del secreto que pesa sobre este sumario permita hablar de cifras definitivas, la operación que este lunes se desarrolló en la orilla sur de la ría de Arousa demuestra hasta qué punto el negocio del narcotráfico sigue enraizado en el territorio que en su día dominaron los Charlines, los Sitos Miñanco, los Oubiña o los Vioques. Cualquier rincón parece susceptible de servir como camuflaje para el almacenamiento de alijos millonarios. Viviendas, pisos, una nave industrial sin uso conocido e incluso un garaje en pleno centro de Vilagarcía fueron recorridos por un fuerte dispositivo de la Guardia Civil, que condujo a realizar nueve detenciones -a las que hay que sumar otras tres anteriores en otros territorios- y desarticuló una trama capaz de mover cargamentos de cocaína que en el mercado se habrían traducido en unos 18 millones de euros contantes y sonantes.

El desembarco en el corazón de O Salnés de los equipos de investigación contra el crimen organizado (ECO) de la Guardia Civil contó con el apoyo de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) llegados de Madrid y de varias brigadas de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Ucesic). Los ECO actuaron bajo la dirección de un juzgado ajeno a Galicia, el mismo que inició una investigación de la que el operativo arousano constituye una segunda fase. Por ahora han trascendido muy pocos datos acerca de los entresijos de este tramo de la operación. Sí está confirmado que las pesquisas alcanzaron O Salnés tras la incautación de un importante alijo de cocaína, de alrededor de media tonelada y que fácilmente podría haber superado los 18 millones de euros, una vez puesto en circulación.

Esta cifra proporciona una idea acerca de la capacidad de maniobra que poseía la trama a la que la Guardia Civil acaba de golpear en sus entrañas Los registros se iniciaron temprano, de buena mañana, en Vilanova y Cambados. En la primera de las localidades, los miembros del ECO peinaron a fondo una vivienda ubicada en las proximidades de su casco viejo, cerca de la casa natal de Valle-Inclán. En la segunda, un piso en pleno centro de la villa, a un paso de la Casa do Concello. Al menos uno de los detenidos fue conducido por los agentes al interior de ambas propiedades para que los acompañase en una exhaustiva labor de inspección en la que no faltó de nada. Ni siquiera instrumentos como tenazas y palancas con los que forzar cualquier escondite.

Un garaje subterráneo

Poco después, el operativo se trasladaba al centro de Vilagarcía. Dos todoterrenos oficiales y dos vehículos camuflados se apostaron a las puertas del edificio Lara, una construcción de doce alturas que arrastra su propia y tortuosa historia urbanística. Pese a los rumores que rápidamente se apoderaron de la calle, el objetivo de la Guardia Civil no apuntaba, en este caso, a ningún piso, por lujoso que pudiese ser, sino al subterráneo que funciona como estacionamiento del inmueble, allí donde se ubican sus trasteros. Durante cuarenta minutos, los agentes registraron el garaje. A continuación, la comitiva tomó rumbo a Cambados, de nuevo, pero en esta ocasión el lugar al que se dirigía no tenía nada que ver con su casco urbano, sino con otro emplazamiento de resonancias legendarias en el particular universo del narcotráfico arousano: el mismo entorno de la desembocadura del Umia en el que Sito Miñanco gestionó el astillero de O Facho, escenario de sus últimas creaciones en materia de planeadoras, con la isla de A Toxa a la vista.