Cambados, Catoira y Meaño siguen a la espera de organizar sus gobiernos

Bea Costa
bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

La izquierda de la villa del albariño no logró aún cerrar el acuerdo para un tripartito

23 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una semana después de los plenos de investidura todavía hay concellos en los que no saben cómo va a quedar conformado el gobierno local. El caso más llamativo es Cambados, donde se debaten entre un bipartito o un tripartito. Una vez que la socialista Fátima Abal se aseguró el bastón de mando -gracias a los apoyos de Somos y BNG- su próximo objetivo es formar un gobierno en mayoría integrado por las tres fuerzas políticas. Los socialistas y Somos afirman que quieren al Bloque en su equipo, pero las cosas no pintan bien para una alianza a tres.

Los nacionalistas apoyaron a Fátima Abal porque era la única manera de evitar que el PP recuperara la alcaldía, pero no están nada satisfechos con la forma en que esta ha llevado las negociaciones. Se hicieron tarde y mal, afirman, hasta el punto de que Víctor Caamaño utilizó términos como «mercadeo» y «chapuza» para referirse a la cuestión.

Anteayer, una semana después de producirse la primera reunión a tres bandas, PSOE, BNG y Somos volvieron a sentarse alrededor de una mesa para tratar de avanzar en un eventual pacto de gobierno. Pero, de nuevo, no hubo acuerdo y las tres formaciones se han citado para seguir hablando en los próximos días.

En caso de que este entendimiento no fuera posible, PSOE y Somos formarían un bipartito que, aunque en minoría (con siete de diecisiete concejales que tiene la corporación), no les impediría gobernar. El Bloque ya advirtió que si se va a la oposición ejercerá de oposición, pero nunca será un aliado para que el PP, vía moción de censura, pueda recuperar el poder local.

Cambados no es Catoira. Allí se cambiaron las tornas y fue el PP el que hizo posible que Xoán Castaño (BNG) arrebatara la alcaldía a Alberto García después de treinta años. En el PSOE tienen claro que hubo un pacto entre ambas formaciones, pero en el BNG lo niegan rotundamente y descartan cualquier acercamiento a la derecha. Con solo tres concejales de una corporación de once (5 el PSOE y 3 el PP) no se avecinan tiempos fáciles para Castaño, ni dentro ni fuera del Concello, porque tampoco cuenta con el respaldo del BNG nacional, que ha tomado la decisión de suspenderlo a él y a sus compañeros cautelarmente de militancia por lo que consideran una rebelión contra las principios del partido. Lo más urgente ahora para el regidor es organizar su equipo de gobierno y demás cuestiones de operativa interna.

Otro mandatario que tiene los deberes por hacer en este campo es el de Meaño. Hace una semana, Carlos Vieitez (PP) ni siquiera sabía que iba a ser alcalde. Las elecciones del 26M le dejaron a un concejal de la mayoría absoluta y, por momentos, se pensó que sería posible una alianza entre el PSOE y los independientes para expulsar al PP de la alcaldía, pero este acuerdo no fue posible y el popular pudo alzar el bastón de mando. Vieitez llegó al poder en minoría y así tiene intención de seguir. Descarta una negociación con la oposición, más allá de acuerdos puntuales para sacar los asuntos adelante en el pleno. Ahora le espera la organización del gobierno local.

El PSOE de Ribadumia medita la oferta del independiente David Castro

En Ribadumia se da una situación peculiar. Esta semana quedó constituido el equipo de gobierno, con el correspondiente reparto de concejalías, pero todavía tiene un fleco pendiente. El regidor, que obtuvo el 26M una amplia mayoría y puede gobernar cómodamente, se aplica aquello de que es de bien nacidos ser agradecidos. Y, aunque no lo necesita, ha ofrecido al concejal del PSOE, José Ramón González Lede, formar parte de la Xunta Local de Goberno y una tenencia de alcaldía.

En 2015, los votos del PSOE y Somos le eran imprescindibles a los independientes para sumar una mayoría y desalojar al PP del sillón de mando. El escenario ha cambiado radicalmente, pero David Castro está dispuesto a seguir contando con González Lede. Las cartas quedaron boca arriba en la reunión que ambos mantuvieron el viernes y los protagonistas esperan poder cerrar el asunto esta misma semana. El socialista, que se encargaba de Medio Ambiente, Parques, Xardíns y Limpeza, mantiene en secreto cuáles son sus pretensiones en el gobierno local, pero parece improbable que pueda repetir en sus áreas teniendo en cuenta que han sido asignadas ya a Miguel Castro.

Con quien no ha sido tan generoso el alcalde es con Somos. Enrique Oubiña también fue su socio de gobierno, pero en su caso no faltaron fricciones en la gestión del día a día. De modo que Somos ya ha empezado a ejercer de oposición denunciando que el estado actual de los semáforos de Barrantes -que solo alumbran en ámbar- implica un problema de seguridad vial.

Una semana frenética para ponerse al día

El 26M cambió el panorama político en Meaño, Meis y Catoira y también revolucionó la vida de los nuevos alcaldes: Carlos Vieitez -en la imagen-, Marta Giráldez y Xoán Castaño, respectivamente. Empezaron la semana instalándose en sus nuevos despachos y han sido días frenéticos para ponerse al día en sus concellos. Castaño aún seguirá yendo al colegio en el que trabaja hasta final de mes, Giráldez mantiene su trabajo de abogada y Vieitez tiene claro que será alcalde a tiempo completo.