Berdón, zona de abandono de perros

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

En los últimos días, cuatro canes, todos de razas utilizadas para la caza, han aparecido en el poblado; sus habitantes están hartos de una situación que se repite todos los años

19 jun 2019 . Actualizado a las 16:27 h.

«Cada vez que acaba la temporada de caza pasa lo mismo». Habla el presidente de la asociación de vecinos Os Catros, de Berdón. Por su boca hablan, por tanto, la mayoría de los habitantes de un poblado al que, solo en los últimos cuatro días, han llegado cuatro canes sin dueño. Son, todos ellos, podencos y beagles, dos razas que suelen acompañar a los cazadores. Los cuatro fueron acogidos por los vecinos, que llamaron al servicio de Emerxencias para que se hiciese cargo de los animales. «Vinieron, pero solo se llevaron uno. Dicen que la perrera está llena», comentan desde la asociación. A los otros animales han tenido que soltarlos, porque no tenían ni espacio ni capacidad para mantenerlos.

El refugio de Pinar do Rei, efectivamente, está completo. De hecho, hay casi el doble de perros que plazas disponibles. Así lo reconoce Ángeles Cifuentes, la responsable de las instalaciones de Pinar do Rei. Ella conoce las quejas de los vecinos de Berdón, quienes en numerosas ocasiones «han colaborado con nosotros» por casos de perros abandonados en aquel entorno. «Suelen ser animales que llegan muy parasitados y sí, suelen ser de razas que se emplean normalmente para la caza», señala.

¿Quién los abandona? Ni desde la asociación Os Castros ni desde la Protectora de Vilagarcía pueden responder a esa cuestión. Pero el colectivo vecinal tiene claro que estos abandonos reiterados se producen «cuando se acaba la temporada de caza», y en una zona en la que, además, existe un campo de entrenamiento para animales que habrán de salir al monte a cobrarse las piezas que capturen sus propietarios.

Que se acabe ya

Desde Os Castros no quieren entrar en más consideraciones. «Lo que nosotros no queremos es que la gente venga aquí a abandonar sus perros. Como esto es un poblado deben de pensar que pueden dejarlos aquí y ya está», dicen los vecinos. «Pero las cosas no son así. Además, en ocasiones son perros peligrosos que se echan a la gente», apuntan los vecinos.

Unas instalaciones que han superado con creces el límite de su capacidad

Las instalaciones que la Protectora de Vilagarcía atiende en Pinar do Rei están, como siempre, saturadas. El número de perros allí alojados dobla el de plazas. Y el de gatos lo triplica. De hecho, hay muchos voluntarios que tienen en sus casas a mininos a la espera de encontrar un hogar, algo que se prevé complicado, ya que «desde hace un tiempo, las adopciones de gatos se han ralentizado mucho». Así lo explica Ángeles Cifuentes, que no acaba de explicarse por qué los propietarios de animales no proceden a esterilizarlos para evitar que el problema de los abandonos continúe creciendo y llenando los refugios de toda la comarca. Mientras esa situación no cambie, los voluntarios seguirán peleando con las armas de las que disponen. Este sábado, por ejemplo, celebrarán un café con gatos en la clínica San Miguel, en la plaza de la Independencia (Vilagarcía) para intentar promover adopciones.