Nueve familias han pasado ya por el piso de acogida del Concello de Vilagarcía

Juana Melón García dejó señalado en su testamento su voluntad de que su vivienda se dedicara a fines sociales. Y hace dos años que el Concello de Vilagarcía acondicionó el piso y lo cedió de forma temporal y gratuita a Cruz Roja para que desarrollara con él su programa internacional de acogida a personas refugiadas con protección internacional., De esta forma, se cumplía el deseo de Juana y, además, se colaboraba con una causa humanitaria.

Dos años más tarde, el balance que se hace desde el Concello no puede ser más satisfactorio. Desde su puesta en marcha, en mayo del años 2017, un total de nueve familias se alojaron de manera temporal en la vivienda. La mayor parte de la treintena de personas que pudieron acogerse a esta iniciativa eran niños. Trece menores de edad, junto con ocho varones y nueve mujeres todos adultos.

La acogida en este piso pretende solventar la necesidad urgente en la que se encuentran determinados ciudadanos. La iniciativa está especialmente destinada a las familias con hijos menores, que llegan a un nuevo país prácticamente con lo puesto y en busca de un futuro mejor para ellos y sus hijos.

El alojamiento que se les ofrece no es permanente. Se trata de una medida provisional que se les ofrece desde el Concello y la Cruz Roja hasta que ellos puedan encontrar recursos para llevar su vida de forma autónoma. Para conseguirlo, se cubren sus necesidades básicas, es decir alojamiento y manutención, y se les proporcionan herramientas para que su integración social se produzca de la mejor manera. Es decir, se trata de prestar una atención social individualizada, con el proceso de alfabetización y aprendizaje del castellano, la obtención de la documentación y la elaboración de un itinerario de inserción socio-laboral, además de prestarles el apoyo necesario para que puedan encontrar runa vivienda. El objetivo es que los usuarios del programa puedan iniciar una nueva vida de manera autosuficiente.

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