La elección de Xoán Castaño abre una vía a un gobierno BNG-PP

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo CATOIRA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Los populares pusieron fin a 30 años de García al mando votando al primer alcalde nacionalista del lugar, pendiente del sí de la ejecutiva de Pontón

03 mar 2020 . Actualizado a las 10:27 h.

A las 11.21 horas del sábado 15 de junio del 2019 el Concello de Catoira experimentó dos hechos singulares en los anales del municipalismo en Arousa. Con los votos de los tres concejales del BNG y los tres del Partido Popular, Xoán Xosé Castaño se convertía en el primer alcalde nacionalista de la localidad, poniendo fin a cuatro décadas de hegemonía socialista; y congelando el récord de quien era el regidor decano de la comarca, un Alberto García que el 20 de julio habría cumplido 30 años en el cargo. Se abría así un nuevo horizonte lleno de incógnitas. Hasta el punto de desconocerse si los catoirenses serán gobernados por los tres ediles del BNG, o bien por un ejecutivo de coalición, toda vez que Castaño respondió con un «teremos que debatelo, e estudalo» a la petición del portavoz popular, Iván Caamaño, de compartir la la gestión municipal tras su respaldo al candidato nacionalista, quien en todo caso, negó la existencia de cualquier pacto previo entre ambas partes.

Claro que todo podría volver a la casilla de partida, en tanto la ejecutiva nacional del BNG «analizará a vindeira semana as medidas a tomar despois de que os responsables locais desoíran o criterio da dirección nacional» respecto a su política de pactos, recogía ayer el Bloque en su web nacional.

Lo cierto es que el gesto serio que acompañó a Xoán Castaño durante todo el acto del histórico desembarco nacionalista en la alcaldía de Catoira distaba de ser el del protagonista de una gran celebración política. Un rostro acompañado de numerosos detalles que acentuaron la singularidad del momento. Con Alberto García presidiendo por edad la mesa de votaciones con Iván Caamaño de ayudante. O la incomodidad con la que lo parecieron vivir la mayoría de los protagonistas, alcanzando en el tramo final del pleno un punto de tensión que afeó las formas del grupo socialista y Alberto García en un proceso democrático de relevo del poder municipal.

Nacionalistas y populares mostraron a las 60 personas que llenaron el salón de plenos la papeleta con el nombre del candidato del BNG antes de introducirla en la urna, con Caamaño añadiendo un «¡Por Catoira!» cuando le tocó el turno. Completado el recuento, labor que le tocó al propio Alberto García, este se negó a ser quien entregase el bastón de mando a Castaño, labor protocolaria que corresponde al alcalde saliente, debiendo hacerlo Caamaño, que acompañó el gesto con un «¡Cumpre o teu deber!» dirigido al nuevo regidor, ovacionado por el público mientras García se encaminaba ya hacia la puerta lateral de salida del plenario seguido por los concejales de su partido. Uno de ellos gritó «¡Qué risa!» frente al breve discurso de Castaño, en el que prometió trabajar para los catoirenses «e facer as cousas doutra maneira».

?Fuera del pleno, Alberto García calificó de «atentado á democracia» lo sucedido, y al BNG de «indecente», y afirmó que el PP le había ofrecido su apoyo a cambio de entrar en el gobierno. García pronostica que «quen vai pagar este desgoberno son os veciños».