El BNG de Catoira delegará en la asamblea el futuro de la alcaldía

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido CATOIRA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

La dirección nacional reniega de cualquier apoyo del PP, pero el candidato Castaño sostiene que hay que analizar caso a caso

04 jun 2019 . Actualizado a las 12:38 h.

Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, fue contundente ayer cuando fue cuestionada sobre el asunto. El BNG, dijo, no va a negociar ningún gobierno municipal en ningún lugar con el PP. Sucede, sin embargo, que en Catoira existe la posibilidad de que los nacionalistas y el Partido Popular voten de manera conjunta para apartar a Alberto García, el candidato del PSOE, de la alcaldía tres décadas después y ese es un caramelo difícil de rechazar.

Tan difícil de rechazar que, pese a que desde la dirección nacional se reniega de cualquier posible acuerdo puntual para acceder a la alcaldía, su candidato en Catoira, Xan Castaño, asegura que no se puede ser tan rotundo, que hay que ir concello a concello, y que serán los militantes quienes tenga una opinión fundamental sobre el asunto porque «no BNG as asambleas xogan un papel moi importante», advierte.

Ya han tenido una primera reunión, la pasada semana, los militantes del BNG, pero esa reunión fue solo para valorar los resultados. Y en esa valoración aparece subrayada en rojo la idea de que Alberto García perdió la mayoría y que se abre una rendija para quitarle el bastón de mando.

¿Cuál es la hoja de ruta a partir de ahora? Pues no hay dudas al respecto en Catoira. En primer lugar, convocar de nuevo a los militantes a una asamblea en la que el punto a tratar será decidir si se acepta un posible apoyo del PP para acceder a la alcaldía o si se permite que Alberto García mantenga el bastón de mando cuatro años más. Apunta Xan Castaño que todavía no hay fecha para esa reunión con la militancia, pero que, en cualquier caso, no será más tarde de esta semana porque los plazos comienzan a apretar. «É a segunda vez na historia que Alberto García perde a maioría», recuerda el número uno del Bloque, subrayando la importancia de unos resultados inesperados.

Doblegar la voluntad de la dirección nacional parece el principal obstáculo. Y Ana Pantón, desde luego, lo dejó meridianamente claro en su intervención ante los medios de comunicación cuando aseguró que el BNG tiene una política muy clara y con unas marcadas líneas rojas en las que aparecen en letras grandes su oposición a gobernar o negociar gobiernos con la derecha, y que quien no quiera asumir esa directriz no está cumpliendo con lo que dice la organización.