Un presupuesto de tres millones con la vista puesta en los servicios y el turismo

s. gonzález vilagarcía / LA VOZ

AROUSA

29 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Presidir la Mancomunidade do Salnés no es ninguna tontería. La entidad comarcal desarrolla sus actividades en campos tan interesantes para cualquier municipio, en especial los más modestos, como los servicios básicos, el turismo, el mantenimiento de la red viaria, la formación y el empleo.

Con un presupuesto de unos tres millones de euros anuales, y medio millón disponible para inversiones, el organismo mancomunado dispone de un parque de maquinaria para bachear y desbrozar carreteras locales. Los concellos comparten, además, una retroexcavadora, un camión grúa y maquinaria de limpieza. El abastecimiento de agua y su depuración, a través de las plantas de Cambados y Ribadumia, es otro de sus cometidos. Desarrolla, por último, planes de formación, y durante el pasado mandato trabajó a fondo en la promoción turística de O Salnés.

El lío del centro de hostelería

Para calibrar la importancia de las decisiones que se adoptan en su seno, basta recordar la enorme polvareda que, en febrero del 2016, desató el traslado del centro de formación de hostelería desde O Grove a Sanxenxo. Aquello ocurría después de ocho ediciones en el edificio de A Lanzada y provocó el estupor de los sectores económicos mecos. Incluso de Beatriz Castro, que andando el tiempo se convertiría en la candidata del PP a la alcaldía grovense. Durán lo negó, claro, pero no pudo evitar la impresión que el apoyo de Gonzalo Pita en la mancomunidad tenía un precio.