El presidente en funciones aboga por finiquitar el proceso electoral cuanto antes para no dilatar la programación del club
26 may 2019 . Actualizado a las 12:13 h.La irrupción de Francisco Vázquez Rogel en el que se presumía un escenario tranquilo para no alterar el orden arlequinado ha provocado que, por primera vez en muchos años, los socios del Arousa tengan que tomar arte y parte en la elección del que será nuevo presidente del club vilagarciano. La aparición del ahora candidato ya tuvo consecuencias en la última asamblea, que decidió a última hora cambiar los estatutos para obligar a cualquier aspirante a la presidencia a tener una antigüedad mínima de un año para poder aspirar al cargo.
Un supuesto, este de la antigüedad como abonado, que no se producía en el caso de Francisco Vázquez Rogel. De ahí la amenaza que lanzó en la asamblea de que iba recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos.
Más allá de a la amenaza, lo que sí hizo Francisco Vázquez Rogel fue formalizar su candidatura a la presidencia del Arousa. Lo hizo en la sede del club, como mandan los cánones, y acompañado de Unai Bermúdez que, por lo visto, es uno de sus hombres fuertes en la lista.
Una vez formalizada la candidatura, pese a los cambios en los estatutos que obligaban a tener una antigüedad mínima como socio de un año de antigüedad, se abre por lo tanto un período electoral que deberá desembocar en la elección del nuevo presidente arlequinado.
Manolo Abalo adelantaba ayer que no tiene pensado recurrir la candidatura de Vázquez Rogel y que, en todo caso, serán los miembros de la junta electoral quienes tendrán que tomar una decisión al respecto.
Abalo asegura que no reclama la candidatura de Vázquez Rogel para evitar que el proceso electoral se alargue porque lo importante, incide, es construir el equipo de la próxima campaña. Y dice también que cuenta con el apoyo de muchos aficionados .