Los profesionales esperarán al volante hasta que las mujeres lleguen a su destino
13 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Cambados va a implantar a partir de este fin de semana una medida que ya se aplica en otros municipios. Los taxistas colaborarán con la seguridad de las mujeres, de manera que esperarán al volante hasta que la clienta llegue a su destino. Ellas no siempre las tienen todas consigo, especialmente de noche, y les da tranquilidad saber que hay otra persona velando porque llegan bien a su casa, sin que nadie las incomode en el trayecto de cruzar la calle. Por eso, cada vez son más los taxistas que se brindan a esperar unos segundos a que la mujer cruce el umbral de la puerta, antes de arrancar.
Los de Cambados también. Los quince autopatronos que operan en este municipio incorporarán a sus vehículos unas pegatinas en las que se puede leer: «Taxistas por un pobo seguro. A túa seguridade impórtanos. Queres que espere ata que entres no teu destino?». De esta manera, la mujer que contrate un servicio sabrá que en el precio de la carrera se incluye este plus de seguridad. Y si vive en una zona peatonal o de difícil acceso rodado y le pide al taxista que la acompañe un trecho, estos están dispuestos a hacerlo.
La iniciativa fue presentada ayer al mediodía por la alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, junto al representante de los taxistas de Cambados, Fran Sierpen, y se inscribe en el plan de acción de la concejalía de Igualdade, que persigue mejorar las condiciones de vida de las cambadesas en varios ámbitos del día a día, también su seguridad.
En la vecina Ribadumia han llevado a cabo una medida similar. Negocios de todo tipo se han integrado en una red que actúa como correa de transmisión a la hora de alertar o ayudar a mujeres que temen por su seguridad. De manera que si ven a una vecina en una situación de vulnerabilidad o ella les avisa de un posible riesgo de agresión, lanzan la correspondiente alerta para que las fuerzas de seguridad y los servicios sociales puedan actuar y prevenir, así, posibles desgracias.
Concellos y empresarios aportan de este modo su grano de arena para evitar la lacra de la violencia contra las mujeres.