«Los populismos están basados en la emoción y eso tiene poco de racional»

Jorge Lamas Dono
JorGE LAMAS VIGO / LA VOZ

AROUSA

XOAN CARLOS GIL

La pensadora, filósofa y miembro del Consejo de Estado Victoria Camps participó en las Xornadas de Filosofía que homenajean a Jesús Mosterín

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A comienzos del presente mes, el Gobierno nombraba a la filósofa Victoria Camps consejera permanente en el Consejo de Estado. Se encargará de despachar asuntos procedentes de los ministerios de Educación y Formación Profesional, de Cultura y Deporte y de Ciencia, Innovación y Universidades. Ayer, estuvo en Vigo participando en las Xornadas de Filosofía. No quiso faltar al homenaje que este encuentro realiza este año al filósofo Jesús Mosterín, fallecido hace un año.

-¿Por qué afronta su visión de Jesús Mosterín desde la perspectiva de la racionalidad práctica?

-Mosterín fue un filósofo que tuvo una gran curiosidad por todas las ramas de la filosofía. Yo me siento más cercana a sus obras que tienen que ver con la ética y la política, especialmente a Racionalidad y acción humana; me ha gustado recordarla y ver qué podemos preservar hoy, que no es poco.

-¿Está, entonces, vigente?

-Sí, él hizo una crítica de las creencias que nos mueven a veces pero que no son justificadas, y explicó por qué no lo son; incidió en las normas que son convencionales, aunque no nos damos cuenta, y que podrían cambiar. Entra en un cierto relativismo que es muy constructivo en una época en que, sobre todo, en el terreno de la política, sobre todo en la más extremista, se basa mucho en principios que parecen intocables, que son muy dogmáticos. Mosterín era un antidogmático esencial. Él propone, a través de esa idea de la racionalidad práctica, que no hay racionalidad si no hay crítica, si el pensamiento no es crítico.

-¿Ese dogmatismo al que alude está en todo el panorama político actual?

-Hoy es bastante general. Los populismos actuales son movimientos políticos muy emotivos, muy basados en provocar emociones en los demás, y eso tiene muy poco de racional y sí bastante de dogmático, porque uno se adhiere a una serie de premisas que se dan por buenas sin reflexionar y sin buscar demasiado en qué se fundan.

-¿Cuando dice populismos también se refiere a nacionalismos?

-Sin duda. Mosterín fue un gran crítico de los nacionalismos.

-¿Llevará su visión filosófica al Consejo de Estado?

-Para mí es un honor poder estar en el Consejo de Estado, como filósofa y como mujer. Yo creo que el pensamiento filosófico tiene algo que aportar, sobre todo en instituciones como el Consejo de Estado que pueden permitirse, al tener un carácter consultivo y que no es vinculante, tener un debate que no cae en las polémicas partidistas que desvirtúan todos los debates. Se puede hacer una reflexión más ponderada, más sensata, que va al fondo de las cuestiones y que no busca intereses de parte.

-¿Una especie de Pepito Grillo?

-En parte sí, porque el hecho de no ser vinculante da mucha más libertad.

-¿Hacía dónde avanza la bioética?

-Tiene que abrirse mucho todavía porque los avances tecnológicos no cesan. Por ejemplo, todo el campo de la genética está avanzando muchísimo y es posible que en el futuro podamos hacer muchas más cosas, podamos vincular los genes y siempre hay que preguntarse con qué fin y para qué. Luego, también nos damos cuenta, por ejemplo en el campo de la reproducción asistida, que unas técnicas que en un principio tenían un objetivo tan claro como combatir la esterilidad, hoy están consiguiendo una transformación de la sociedad, en modelos de familia, en modelos de maternidad y paternidad. La bioética no solo tiene que atender a las posibilidades de futuro sino también a las consecuencias de una serie de tecnologías que se han puesto en marcha y que se desvían, por decirlo así, del objetivo primero para atender a otros objetivos que ya no controlamos.

«El Consejo de Estado puede permitirse debatir sin caer en partidismos»

«La filosofía debe estar en la educación para enseñar críticamente»

Victoria Camps fue senadora entre 1993 y 1995, y también forma parte del Comité de Bioética de Cataluña.

-¿La bioética debe introducirse en nuestra relación con otros seres vivos?

-Sí, Jesús Mosterín fue un gran activista en la defensa de los animales, combinó muy bien la reflexión filosófica con el activismo político. Sin duda, la bioética también ha derivado hacia la protección del medio ambiente y de todos los seres vivos.

-¿Debe estar la filosofía en la educación?

-La pregunta es cómo y de qué manera. Yo creo que sí porque debe enseñar a las personas a pensar críticamente. Pero esto significa que hay que saber adaptar la enseñanza de la filosofía a ese objetivo que es más práctico, y no estancarse en una forma de enseñar sin demasiado sentido. Yo abogaría no solo por la filosofía sino por las humanidades en general, porque creo que son las que educan más en el pensamiento crítico. Una buena obra literaria amplía la mente y nos obliga a hacernos preguntas y, por lo tanto, nos obliga a pensar críticamente.

-En algún momento la llamaron a usted la filósofa del feminismo. ¿Se sigue limitando a las mujeres aportar a la sociedad su visión de la vida?

-Va aportando cosas. Por ejemplo, en el terreno de la bioética, hoy se habla mucho de la ética del cuidado y eso ha sido una aportación de la mujer; la importancia que tiene el cuidado como un valor fundamental. Se ha llegado a decir que es tan importante como la justicia, y que tiene que tratarse de una forma distinta, que se puede convertir en políticas públicas. La mujer irá aportando otras cosas.