Diariamente un niño es víctima de un delito violento en Pontevedra

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

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La provincia registra un paulatino aumento de menores que sufren delitos

30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de esta semana, el brutal asesinato de dos pequeñas a manos de su padre en Castellón revivió en la comarca de Pontevedra los crímenes del parricida de Moraña. De nuevo, la violencia injustificada se cebaba con dos seres indefensos y ponía sobre la palestra la indefensión en la que, en muchas ocasiones, se encuentran los menores de edad. Es una realidad que ponen de manifiesto los datos del Ministerio del Interior, unas estadísticas que muestran como los menores que han sido víctimas de algún delito violento se han ido incrementando en la provincia hasta el punto que el 2017 se cerró con los guarismos más elevados de los últimos tiempos.

Así, a lo largo del pasado año, diariamente un niño fue víctima de algún tipo de delito en la provincia. Los datos oficiales recogen un total de 358 casos -las fuentes consultadas consideran que pueden existir muchos más casos que, al igual que ocurre con la violencia machista, no se están denunciando-, un número que conlleva un incremento del 23,4 % con respecto a los 290 del 2016, pero que, a su vez, implicaría un aumento del 76,3 % con relación a las 203 denuncias del 2014 o de 56,3 puntos si se compara con las 229 del 2012.

Este paulatino incremento está generando cierta preocupación en distintos ámbitos policiales, si bien hay quien incide en que este repunte puede estar condicionado por que se ha perdido el miedo a denunciar. «Esto es completamente compatible con el hecho de que aún pueda haber una cifra oscura de casos que no se denuncian ante la policía o la Guardia Civil. Un incremento de tal magnitud en la provincia no tiene porqué ser debido siempre a un aumento de la delincuencia, sino a que determinados hechos que antes no se sacaban a luz ahora sí se hacen», añadieron estas fuentes.

De igual modo, la potenciación de las unidades encargadas de investigar estos casos está contribuyendo a una mayor visibilización de esta realidad. Si la Guardia Civil dispone en la Comandancia de Pontevedra de un EMUME o Equipos Mujer-Menor, la Comisaría cuenta desde hace poco más de dos años de una Unidad de Familia y Mujer (UFAM). Fue una apuesta personal del recientemente jubilado comisario Manuel Bouzas: «Eso está ahí. Es un lacra a la que yo he tratado de poner mi granito de arena para, ya no solucionar porque sería muy presuntuoso por mi parte, sí paliar cualquier deficiencia en este sentido».

En cuanto a la tipología delictiva, y si bien no hay datos desglosados para la provincia, esta se mueve en la media nacional. De este modo, los robos con violencia, los malos tratos en el ámbito familiar y, ya en menor medida, los abusos sexuales serían los tres principales delitos de los que son víctimas los menores.