El Arousa se blinda con una póliza de 120.000 euros frente al utillero

s. gonzález / pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

monica ferreiros

El club tramita un crédito a cuenta de los ingresos de liga y federación en Tercera

28 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las consecuencias económicas de la caída de José Manuel García, el hombre que ejercía como utillero del club y hace tres años se precipitó desde seis metros de altura sobre una grada de A Lomba, no son ninguna tontería. Las tres sentencias desfavorables que el Arousa ha ido acumulando en torno a este caso dibujan un panorama caracterizado por el reconocimiento de que Pepe el utillero era, efectivamente, un empleado del equipo, por mucho que no figurase dado de alta en la Seguridad Social. Como colofón, García Bello tiene derecho al cobro de una pensión, asociada a su situación de incapacidad permanente, que corre a cargo de la entidad deportiva, además de una percepción equivalente a unos quince mil euros, en concepto de baja temporal desde el 2014 hasta la fecha marcada para su despido, en julio del año pasado. El Arousa busca, ahora, la forma de blindar sus finanzas frente a este varapalo.

El presidente arousista, Manolo Abalo, prefiere no entrar en valoraciones. Ni sobre el último fallo judicial acerca de la incapacidad temporal de Pepe el utillero, ni con relación a ninguna de las dos sentencias anteriores. Sí confirmó ayer que el club está tramitando una póliza de crédito para hacer frente a las cargas económicas que la escalofriante caída de García y la forma en la que ha evolucionado el proceso supondrán para las arcas arlequinadas. Abalo explica que la cuantía de la póliza rondará los 120.000 euros, suficientes, en su opinión, para garantizar la viabilidad del club. La operación estaría avalada por el nuevo acuerdo firmado en el mundo del fútbol español, por el que los equipos de Tercera División dispondrán de unos ingresos de 120.000 euros que se harán efectivos en las tres próximas temporadas.

La asamblea de junio perfiló una entidad saneada desde el punto de vista económico. De hecho, Abalo y su equipo informaron entonces a sus socios de la existencia de un superávit de noventa mil euros. La tercera parte ha sido puesta a disposición de la Seguridad Social para cubrir complementos de cotización y sanciones en materia laboral, relacionados, precisamente, con el caso de Pepe el utillero. Ese es el resultado, concluyó la directiva, del trabajo realizado a lo largo de los últimos ocho años, capaz de remontar el agujero de 250.000 euros que heredaron de sus predecesores al frente del Arousa.

 

Un varapalo económico que deja aparcado el proyecto de una villa deportiva 

De acuerdo con los cálculos de Manolo Abalo, el Arousa no debería tener problema para salir vivo del atolladero del utillero y su caída. Pero, obviamente, nadie se va de rositas teniendo que desembolsar del orden de 166.000 euros por un caso como este. Y todo indica que la víctima de este agrio proceso será el proyecto de dotar al club de una villa deportiva, que el presidente acariciaba y anunció a comienzos de año.

Abalo buscaba la cesión a largo plazo de cuarenta mil metros cuadrados de terrenos en los que construir uno o dos campos. Patrimonio propio y suficiente para garantizar un espacio de entrenamiento para la plantilla de Tercera y resolver las necesidades de las categorías base. El objetivo, ahora, queda aparcado.