El fuego devoró alrededor de dos mil metros, pero fue rápidamente controlado
27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Afortunadamente, todo sigue quedando en amagos. En poco más que sustos que obligan, eso sí, a un rápido despliegue de las fuerzas de seguridad para evitar malos mayores. El lunes sucedió en Saiar y en Berdón; ayer, le tocó el turno a Xiabre, donde ardieron alrededor de dos mil metros en una zona de difícil acceso.
La alarma saltó a la seis de la tarde. Una columna de humo no presagiaba nada bueno y pronto se desplazaron al lugar efectivos de los servicios de emergencias. No era fácil llegar hasta el punto de origen del incendio y el trabajo de los helicópteros fue fundamental para que se pudiera atajar. Los aparatos recogían el agua del embalse de Castroagudín, pero también de un pequeño aljibe que está muy cercano al poblado de Berdón, demostrando una gran pericia.
Al principio se veía que el fuego podía llegar a ser poderoso porque por allí combustible tiene de sobra y las llamas comenzaron a tener una altura más que considerable. Poco a poco, afortunadamente, se fueron apagando y alrededor de las ocho de la tarde el incendio se dio por extinguido. Hubo suerte. El viento no colaboró para que el problema se extendiera con rapidez porque lo cierto es que el lugar en el que comenzó no era de los más cómodos para que las brigadas de tierra pudieran trabajar. Cómo se pudo originar allí es un pequeño misterio, aunque parece obvio pensar que su aparición seguramente tuvo muy poco de casual.
Fue el tercer aviso en lo que va de semana. Se acerca octubre y el recuerdo de lo que sucedió el año pasado en ese fatídico mes está en la mente de todos. El engranaje que vela porque no se repita parece, afortunadamente, en plena forma.