Una fractura difícil de recomponer

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Las elecciones en la cofradía de Carril giran alrededor de la figura de Villanueva; los 38 candidatos o bien se sitúan a su lado, o justamente enfrente del actual patrón

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El de Carril no es un mar fácil de navegar. Algo tiene, que parece abonado al conflicto permanente. Las dificultades de la singladura vienen de lejos, pero se han intensificado en los últimos años, desde que José Luis Villanueva, el presidente de la agrupación de parquistas, accedió a la presidencia del pósito. Desde el primer momento surgieron conflictos, especialmente con el sector del marisqueo a pie. A continuación, los problemas se fueron extendiendo a otros ámbitos, como el estrictamente laboral, en el que se siguen produciendo novedades. De hecho, en plena campaña, ayer se filtró a los medios una carta remitida por la cofradía a la exsecretaria, Fernanda Eiras, en la que se le comunica que pasará a realizar tareas en la lonja o, en caso de que esta solución no la satisfaga, se acogerá a una reducción de jornada. Una propuesta que, desde el entorno de la trabajadora, consideran un capítulo más de la persecución a la que, en su opinión, está sometida esta empleada.

El movimiento crítico con Villanueva se ha organizado, y espera que las elecciones del próximo sábado le abra las puertas al gobierno del pósito. Tienen garantizadas, según sus cuentas, once vocalías de la junta general: las diez correspondientes al marisqueo a pie, donde solo se presenta el sector crítico; y el puesto de tripulante de parques de cultivo, donde también hay un único aspirante, alineado con las voces contrarias a Villanueva.

Con esos once votos en la junta general, explica Rolando Vidal, uno de los integrantes de la candidatura crítica, «aunque Villanueva consiga salir patrón mayor, no va a tener los dos tercios necesarios de la junta general que necesita para hacer muchas de esas cosas que hasta ahora estuvo haciendo a su antojo, como los despidos».

En todo caso, el sector crítico confía en obtener aún una mayor presencia en la Xunta Xeral de Carril. Todo va a depender de lo que decidan los integrantes del censo de trabajadores de marisqueo a flote, donde hay en liza una vocalía, y el de empresarios, en el que comparten espacio y urna parquistas y armadores del marisqueo a flote. En esta última categoría, se han presentado 22 aspirantes para una docena de puestos.

Sobre el censo de los armadores se han proyectado muchas dudas, tras constatar que en él figuran profesionales ya jubilados, mientras que faltan otros socios que deberían aparecer en el listado, puesto que cumplen escrupulosamente la normativa. Sin embargo, ni las incorporaciones impropias ni las ausencias equivocadas fueron objeto de alegación en el período establecido, así que no se subsanaron los errores, que serán arrastrados hasta el final del proceso electoral.

El patrón mayor en funciones, José Luis Villanueva, considera que esos problemas afectan por igual a su candidatura y a la contraria. Y, aunque no le gustan, les resta importancia en el desenlace final de las votaciones. Villanueva asegura estar muy tranquilo con lo que pueda pasar el sábado. Se siente fuerte en el sector de los parques de cultivo y confía en que esa hegemonía se traduzca en un número de votos suficiente para mantener el timón de la cofradía. A su juicio, es fundamental: son seiscientas familias las que dependen de las decisiones que se tomen en el mar de Carril. «Moitos parquistas pregúntanme para que queremos estar aí, na confraría. Eu entendo que é necesario porque o bo entendemento entre todos os sectores é beneficioso. E porque, sen os parquistas, a confraría de Carril sería inviable, porque non sería quen de manterse».

Pero lo cierto es que la concordia es un estado ajeno a las relaciones entre el patrón mayor y el sector de a pie. Villanueva no presenta candidatura en ese capítulo, que así las cosas ha quedado en manos de las voces más críticas con su gestión. Riti Vidal, una de las caras visibles de ese grupo, confía en que a partir de ahora las decisiones adoptadas por la agrupación de a pie «sean respetadas, cuando hasta ahora se nos tumbaban. Aquí se perdieron subvenciones y no se nos escuchó nunca. Eso va a cambiar. Y vamos a ganar transparencia en la gestión de la cofradía, eso seguro. Es algo que hacía mucha falta», asegura esta mujer. Algunos de sus compañeros de lista no descartan que ella misma acabe optando al puesto de patrona mayor. No sería la primera que gobierna en Carril: Olga Carou ocupó hace años ese cargo, aunque de forma fugaz y controvertida.

El recurso contencioso

No vale la pena abrir ese debate ahora, porque todo va a depender de lo que el sábado, de nueve de la mañana a tres y media de la tarde, voten los socios de la cofradía, y de la correlación de fuerzas que se plasme en la Xunta Xeral de la cofradía.

En todo caso, y pase lo que pase, parece que estas elecciones van a dar pie a un movimiento de más calado: el equipo de José Luis Villanueva está preparando un contencioso administrativo contra el reparto de vocalías de la xunta xeral entre los distintos sectores. Ya lo había anunciado hace días: no entiende que al sector del marisqueo a pie, con muchos menos integrantes que el de los parquistas, se le concedan diez vocales en el órgano plenario, mientras que los armadores del raño y de bajura quedan subsumidos en el apartado de armadores. Por otro lado, tampoco entiende Villanueva por qué la Xunta contempla al sector del marisqueo a pie en la parte de trabajadores, cuando «son autónomos, igual que os mariscadores a flote, por exemplo. ¿Por que uns figuran como empresarios e outros non? Non ten senso ningún», razona. Sus dudas llegarán a los juzgados.

El sector crítico tiene garantizados, desde ya mismo, once vocalías

de la xunta xeral