Desvalijan en Perpiñán a The Dawlins, el grupo de la vilagarciana Catalina Salom

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

RODRIGO MENA RUIZ

La banda lanza un «crowfunding» para reunir fondos, adquirir nuevos instrumentos y poder girar por Italia

26 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cualquiera que haya sudado para hacerse con una guitarra o una batería sabrá lo que un instrumento significa para un músico. Ver como tu equipo se esfuma de un plumazo a mayor gloria de algún desgraciado sin escrúpulos es de lo peor que puede sucederle a una banda. Esto es lo que acaba de ocurrirle, hace poco más de una semana, a The Dawlins, el grupo afincado en Madrid en el que milita la vilagarciana Catalina Salom, cuya propuesta, autodefinida como country ibérico, está cogiendo temperatura.

Además de Catalina, que asume voces y guitarras, Esther, que es de Vigo, se encarga de la percusión, mientras que Rosa y Carlota, ambas de Madrid, tocan el contrabajo y el banyo. Juntas forman un proyecto que nació en la calle. Música pegada al asfalto que ha sonado y suena con profusión en el Rastro madrileño, pero también ha sabido buscar ecos con los que amplificarse en salas y festivales. «Este verano fue increíble -subraya Catalina al otro lado del teléfono-, incluso nos habíamos propuesto mudarnos a Berlín unos meses; el ambiente es increíble, basta con tocar en algún sitio para sacar mogollón de bolos. Berlín nos quiere y nosotras queremos a Berlín».

La aventura berlinesa, por desgracia, ha quedado aparcada a raíz de una catastrófica escala. Después de girar por Francia, Alemania, Galicia y Suiza, la banda se detuvo en la localidad fronteriza de Perpiñán, la misma a la que los españoles de los 70 -los que se lo podían permitir, claro- acudían furtivamente a contemplar el trasero mantecoso que Marlon Brando exhibía en El último tango en París. El caso es que las chicas aprovecharon un día de descanso, antes de una secuencia de conciertos en Barcelona y Lérida, para ir a la playa. Estacionaron su furgoneta en un párking público abierto. Y cuando regresaron se encontraron con que un automóvil ocupaba su plaza. Eran las doce. Les habían robado el vehículo con todo su equipo a plena luz del día.

«La gente respondió superrápido. Salimos en Radio 3, en Onda Cero, y lanzamos un crowfunding (The Dawlins Resurrection) para tratar de reunir fondos con los que comprar un equipo nuevo». Lo cierto es que la gente se está portando. En unos días han reunido 2.800 de los 4.858 euros en los que han cifrado la campaña de micromecenazgo. «Incluso tenemos algún ingreso anónimo, y yo me imagino que igual es el cabrón que nos robó la furgo».

Hay una fecha en mente: «Sí o sí tenemos que estar listas el 10 de octubre, porque empezamos una gira de doce días por Italia. Ten que ser como sexa». Y un disco por grabar este invierno, tal vez en Galicia. Busquen su música en Spotify o en YouTube. Y echen un cable, si pueden, en el portal Gofundme. Vale la pena.