Los mejores tiradores se enfrentan a escenarios terroristas

Alfredo López Penide
l. penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

EMILIO MOLDES

Un centenar de agentes y militares compiten en un ejercicio con rasgos de realidad

25 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año más, y con el trasfondo de la festividad de la Virgen del Pilar, la Guardia Civil ha citado a los mejores tiradores nacionales en un campeonato que cumple estos días su veintinueve edición. En total, son 120 los agentes y militares que toman parte en este torneo, en el que, por primera vez, compiten dos equipos del Ejército del Aire procedentes del aeródromo de Santiago. De este modo, por las instalaciones de Cernadiñas Novas, en Bora, han pasado miembros en activo del instituto armado, de la Policía Nacional y Autonómica, así como de distintos cuerpos municipales, Vigilancia Aduanera y soldados de los tres Ejércitos -de hecho, la Brilat colabora aportando una ambulancia móvil-.

Los ejercicios que tienen que superar los participantes tienen un importante marchamo de realidad. A fin de cuentas, el objetivo, ya fuera en la competición individual o en la de por equipos, era abatir al mayor número de terroristas que tenían retenidos a un grupo de rehenes «en circunstancias complicadas», remarcó Manuel Picón, uno de los organizadores de esta cita.

De este modo, fueron dos los escenarios que se plantearon. En el primero, la actuación se desarrolla en una suerte de edificio en ruinas en cuyas paredes los delincuentes han practicado agujeros que utilizan para disparar: «Hay civiles por el medio, por lo que hay que evitar herirles e intentar sacarlos de la línea de tiro, a la vez que se neutraliza a los terroristas», precisó Picón.

La otra de las pruebas se desarrolla desde una posición fija desde la que se protege a una autoridad, de tal modo que se recibe una ataque desde varios puntos y desde un coche en movimiento que circula a gran velocidad. Y al igual en la primera simulación, la actuación de los militares y policías está condicionada en gran manera por la presencia de civiles, los cuales llegan a dificultar el poder repeler el ataque.