Varela acudirá mañana a Portos para tratar de solventar el lío de las fiestas

En medio de una enorme confusión, pero con la certeza de que varias solicitudes han sido denegadas, entre otras la de la centenaria Festa do Apóstolo de Carril, el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, se reunirá mañana con el presidente de Portos de Galicia para intentar deshacer el fenomenal lío tejido en torno a la celebración de eventos en terrenos de titularidad portuaria.

El regidor socialista responde, así, a la petición que la semana pasada le transmitieron los organizadores de las principales citas que el calendario estival depara en tierras carrilexas. Además de la conmemoración de Santiago, patrón para más inri de la villa mariñeira, San Fidel y Virxe de Cortegada, San Roque y el festival Ameixa Rock, que pone sus barbas a remojo a la vista de lo que está ocurriendo. Sobre la mesa, dos problemas: la garantía económica que por primera vez se les exige a las comisiones, cuya cuantía mínima asciende a tres mil euros, y la cuestión de los plazos que motivó el rechazo de la autorización para el desarrollo de una fiesta, la de Santiago, que incluye actos tan arraigados en la tradición popular como la danza de las espadas.

El ente portuario insiste en que el reglamento que entró en vigor en octubre fue consensuado con la Federación Galega de Municipios e Provincias, y notificado en noviembre a todos los municipios afectados sin obtener respuesta alguna. Portos señala, además, que ese aval que está levantando tantas ampollas se limita a una certificación bancaria, cuya tramitación supone el pago de un 1 % de su cuantía. Algo que entiende perfectamente asumible por los concellos, que, añaden fuentes autonómicas, actúan en el 90 % de los casos como garantes de este tipo de fiestas.

A todo ello Vilagarcía tiene un par de cuestiones que oponer. Primero, que por lo que respecta a esta clase de festejos nunca, ni antes ni ahora, el Concello ha asumido la petición de autorizaciones, por mucho que así ocurra en otros municipios. Tampoco O Grove, por cierto, al menos en lo que tiene que ver con la Festa do Carme. Y tampoco Cambados, villa en la que la conmemoración de la patrona, por cierto, también resultó denegada. El equipo de Varela argumenta, por último, que la certificación bancaria puede no resultar demasiado gravosa, pero que difícilmente podrán asumir las comisiones la ejecución de ese aval si se produce algún problema y Portos de Galicia lo exige. Solo en el caso del Carme de O Grove, esa garantía económica se eleva a 4.500 euros.

La polémica, en cualquier caso, no se limita a la ría de Arousa. La Festa Gastronómica de Raxó, el triatlón de Campelo o el torneo solidario de fútbol de Armadiña han sufrido, entre otros, los rigores de la nueva normativa.

El regidor socialista sostiene que los requisitos del ente autonómico resultan abusivos

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