Teri se viste de oro 9 años después

AROUSA

Enric Fontcuberta | EFE

Portela encabeza en el K-1 200 el trío de títulos gallegos en los Juegos del Mediterráneo, con Roi Rodríguez campeón del K-1 y Rodrigo Germade del K-2 500

24 jun 2018 . Actualizado a las 23:12 h.

Lo hacían presagiar las formas con las que un día antes habían superado la clasificación para las cinco finales del programa de piragüismo de los Juegos del Mediterráneo, y en la mañana de ayer demostraron que era oro prácticamente casi todo lo que relucía. Los cinco kayakistas españoles en la cita de Tarragona conquistaron un título por cabeza. Con la canguesa Teri Portela imponiéndose en la final de su especialidad en los tres últimos ciclos olímpicos, el K-1 200, tras haber quedado cuarta en la del K-1 500 disputada solo 40 minutos antes y en la que optó por no llevar al límite su motor muscular. Entre una y otra prueba el tomiñés Roi Rodríguez se quitaba el mal sabor de boca de su cuarto puesto en el último Europeo en el olímpico K-1 1.000 subiéndose en 1.38.881 a lo más alto del podio del K-1 500, 693 milésimas de segundo por delante de la estrella portuguesa y compañero de entrenos Fernando Pimenta. También en 500 el cangués Rodrigo Germade consiguió en 1.27.907 junto al balear Marcus Cooper su segundo oro internacional en dos semanas en el K-2 tras el título en el Campeonato de Europa de Belgrado, donde habían sido igualmente campeones en el K-4 500. El zamorano Carlos Garrote, en el K-1 200, oro asimismo en la gran cita serbia, demostró como el resto de kayakistas españoles una enorme autoridad en su final.

A sus 36 años, después de acumular un palmarés extraordinario, Portela paró el crono de la regata del K-1 200 en 40 segundos y 140 milésimas. Con 109 milésimas menos que la francesa Sarah Guyot, plata, y 364 que la otra Teresa Portela en la élite del piragüismo mundial, que ayer le dio el bronce a Portugal. Es este el primer oro de la canguesa desde el 2009, cuando encabezó la final A del K-1 200 del Europeo. También resulta el primer podio en los últimos tres años de Portela en una gran cita internacional, tras el bronce, también en el K-1 200, que cosechaba en el Mundial 2015, y que le daba acceso a sus quintos Juegos, en Río de Janeiro.

«La verdad es que estoy muy contenta. Por la sensación de verte ganar, y sobre todo, por estar delante de rivales directas con las que te encuentras en los Europeos y Mundiales, como la francesa, que en Río había quedado quinta, justo por delante de mí, en la final del K-1 200», comentaba ayer Portela subida en el avión que la traía de vuelta a Galicia con su tercera medalla en unos Juegos del Mediterráneo -había sido subcampeona en el K-1 500 en las ediciones del 2005 y 2009-. Cuarta rozando el bronce en el último Europeo, Teri recibe un nuevo espaldarazo anímico de cara a su gran objetivo en este 2018, el Mundial de finales de agosto, en Portugal.

El pontés Miguel Alvariño, medalla de bronce por equipos en tiro con arco

El pontés Miguel Alvariño conquistó la medalla de bronce por equipos con la selección española de tiro con arco.

El equipo español, formado por Pablo Acha, Miguel Alvariño y Antonio Fernández, había perdido el sábado en las semifinales contra Francia (5-1), pero ayer ganó la final de consolación ante Italia (6-2). El oro en el torneo por equipos masculino fue precisamente para la selección gala, que ganó la final a Eslovenia por 5-3.

En la competición individual, Alvariño cayó eliminado en la ronda de octavos de final después de perder Ganó por 6-2 ante el serbio Beatovic en dieciseisavos, pero cayó en octavos ante el italiano Tonelli en la flecha de desempate. La buena noticia para la delegación española la protagonizó Pablo Acha, que se hizo con el bronce al superar en la final de consolación al turco Ibrahim Gulacar (7-3). El oro fue para otro turco, Mete Gazoz, que venció al esloveno Strajhar por 6-2.

En la categoría femenina, España logró la medalla de plata por equipos, al igual que Mónica Galisteo en individual.

Bea Gómez rozó el podio

Por otra parte, la pontevedresa Bea Gómez se quedó a las puertas del podio tras finalizar en cuarta posición la final del los 200 metros estilos. Un resultado que se suma al sexto puesto logrado el sábado por el coruñés Sergio Campos en 50 espalda.

El vigués Antonio Serrat, plata en triatlón

Antonio Serrat (Tri-Penta Terras de Lugo) logó hoy en Altafulla la medalla de plata en los Juegos del Mediterráneo, tras realizar una magnífica prueba a pesar de que continúa su recuperación tras una lesión. 

El vigués hizo una prueba redonda, al estar siempre entre los mejores en los tres sectores. Salió del agua en la cuarta posición y logró así meterse en el primer grupo en la bicicleta, formado por doce hombres. Serrat estuvo muy activo, dando relevos para mantener la escapada y dejar fuera de la misma a los más débiles. En la última vuelta del segmento de bicicleta se cayó del grupo uno de los favoritos, el portugués Joao Silva, que además sufrió un pinchazo, lo que le dejó sin opciones de luchar por el podio.

A la segunda transición llegó un grupo de cinco triatletas  -el portugués Joao Pereira, Antonio Serrat, Antonio Benito, el serbio Stojanovic y el francés Vitiello-, con 44 segundos de ventaja sobre el segundo grupo. Pero muy pronto el trío formado por Pereira, Serrat y Benito logró desmarcarse del resto de competidores para dejar claro que las medallas sería cosa de ellos.

Hicieron juntos la primera parte de la carrera a pie, pero a dos kilómetros para el final, Serrat aceleró el ritmo y Benito non pudo mantenerlo, quedando descolgado unos metros. En el último kilómetro fue Joao Pereira el que se mostró intratable, con un ritmo infernal, que Serrat no pudo aguantar. Así, el triunfo fue para Joao Pereira con un tiempo de 57:28, mientras que la plata fue para Antonio Serrat (57:45) y el bronce, para Antonio Benito (57:57).

Esta plata de Serrat tiene un mayor valor, ya que el vigués llegaba a esta prueba tocado por el fuerte esguince de tobillo que sufrió en Italia a comienzos de mes, mientras entrenaba para participar en la Copa del Mundo de Tríatlon de Cagliari. Ya no pudo disputarla y, aunque compitió una semana después en la Serie Mundial de Leeds, lo hizo tocado y finalizó en la 18ª posición. Estas semanas estuvo en tratamiento.

Los Juegos del Mediterráneo se disputaron en Altafulla sobre la distancia sprint, de forma que los deportistas hicieron 750 metros de natación, 20 kilómetros de bicicleta y 5 kilómetros de carrera a pie.