Pontevedra contabilizó una media de cuatro ciberdelitos diarios en el 2017

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

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Seis de cada diez denuncias se refirieron a estafas o fraudes informáticos

24 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La ciberdelincuencia se está convirtiendo en toda una problemática de orden público en Pontevedra, provincia que el pasado año contabilizó una media de cuatro delios telemáticos diarios, según datos oficiales de Interior. Lo cierto es que el 2017, con 1.570 denuncias tramitadas, fue el séptimo ejercicio consecutivo en que este tipo de criminalidad crece en las Rías Baixas. Y es que, comparando con los datos del 2011, que se cerró con 797 actuaciones, los ciberdelitos prácticamente se han duplicado desde entonces.

Lo que sí no ha variado es el hecho de que las estadas y fraudes informáticos constituyen el grueso de esta criminalidad hasta el punto de que seis de cada diez denuncias hacen referencia a este ámbito delictivo. De este modo, mientras las estafas con tarjetas de crédito determinaron 337 actuaciones policiales y las bancarias sumaron 64 casos en la provincia, el resto de timos -supuestos de compraventa fraudulentas, ofertas de trabajo irreales, negocios inexistentes, estafas sentimentales o de índole sexual...- generaron en la provincia un total de 595 denuncias.

En este ámbito se podrían situar, también, los 33 accesos ilegales informáticos investigados el pasado año, los veintisiete ataques informáticos o los dos delitos contra la propiedad industrial de los que dieron cuenta los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Por debajo de esta modalidad delictiva se sitúan aquellos hechos que buscan intimidar a las personas, caso de los 281 episodios de amenazas registrados -a diferencia del 2015 ni Guardia Civil, ni Policía Nacional tuvieron constancia de ningún supuesto en el que las amenazas tuviesen un origen xenófobo, ya fuera porque la víctima profesa una determinada religión o porque pertenece a una etnia concreta-. En todo caso, se tramitaron 52 denuncias por coacciones, tres menos que en el 2016, pero quince más que en el ejercicio anterior, así como 42 injurias y una docena de presuntas calumnias.

Por otro lado, se investigaron 42 hechos relacionados con el descubrimiento o la revelación de secretos, más de medio centenar de casos de usurpación de estado civil, mientras que no se tuvo conocimiento de ningún hecho que pudiera ser calificado penalmente de daños o que se enmarcase en la falsificación de moneda, sellos o efectos timbrados.

Ámbito sexual

En cuanto a los delitos de carácter sexual, fueron trece las investigaciones abiertas en el 2017 en Pontevedra por pornografía infantil, mientras que en otros nueve casos las pesquisas se dirigieron a personas que habían contactado por medios tecnológicos con menores de 16 años con la intención de mantener relaciones sexuales con ellos. Dos sucesos fueron tipificados como de corrupción de menores, mientras que cuatro se incardinaron en el abuso sexual, y un quinto fue catalogado como de acoso.

Y de igual modo que este tipo de criminalidad está aumentando paulatinamente, otro tanto se puede decir de la efectividad policial. El pasado año fue el ejercicio en el que más ciberdelitos se han resuelto en Pontevedra en los últimos ocho años.

En este sentido, de los 618 delitos esclarecidos, 266 eran estafas telemáticas, mientras que 199 eran casos concretos de amenazas. De igual modo, se identificó al autor en cuarenta casos de coacciones, así como en veintisiete denuncias por revelación de secretos y en veintiséis por injurias. Además, siete investigaciones por pornografía infantil terminaron en buen puerto.

Estas actuaciones se concretaron en 86 detenciones -quince mujeres y 71 hombres-, la mayor parte de las cuales, como no podía ser de otra forma, se circunscribieron al delito de descubrimiento de secretos -veinticuatro-. Solo fueron arrestadas catorce personas por estafas, mientras que cinco lo fueron por pornografía infantil.

Pontevedrés, de entre 26 y 40 años y que compra a través de Internet

Las estadísticas reflejan que, en el 2017, un total de 1.214 personas fueron víctimas en Pontevedra de algún tipo de delito telemático. Su perfil se corresponde con el de un individuo de origen español -1.168 del total-, de sexo masculino, con una edad comprendida entre los 26 y los 40 años, y que ha sufrido algún tipo de estafa al realizar una compra a través de Internet. Uno de los aspectos más curiosos que ofrecen los datos oficiales es que, mientras 63 fueron los menores víctimas de un ciberdelito, los mayores de 65 años en su misma situación fueron prácticamente los mismos, 62. Asimismo, y en cuestión de sexos, se contabilizaron 656 hombres frente a 553 mujeres. En el caso de estas últimas, las estafas y las amenazas se mantienen en cifras muy parejas.