El guion estaba escrito de antemano y nadie en la Audiencia de Pontevedra se saltó ayer ni una línea. De este modo, el narcotraficante Eduardo Eugenio Otero Castro, El Rubio de San Vicente, su mujer María del Carmen I. G. y las hijas de ambos, Rocío y Ana Vanesa O. I. aceptaron ayer un acuerdo con el fiscal asumiendo un delito de blanqueo de capitales.
Este proceso judicial es consecuencia del abordaje hace dieciséis años del yate The Sara James con novecientos kilos de cocaína a bordo. Dado el tiempo transcurrido, el ministerio público accedió a contemplar la existencia de una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, así como entendió que, en el caso de la familia del principal acusado, el delito debía considerarse como una imprudencia.
De este modo, Otero Castro aceptó una pena de diez meses de cárcel y el pago de una multa de doscientos mil euros. En el caso de su mujer e hijas, esta condena se redujo al mes y quince día de cárcel -se sustituyó por una sanción de 540 euros- y el abono de una multa de 6.500 euros.
La propia presidenta de la sala de la Audiencia declaró en sala la firmeza de estas condenas después de que las defensas y la fiscala confirmaran que no la pensaban recurrir.