Ravella estudia fórmulas para aliviar los puntos negros del tráfico

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El gobierno local tiene pendiente una cita con la empresa de transporte urbano para analizar posibles cambios en el servicio

18 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Darle un cambio radical a la ciudad. Cambiar su fisonomía, alejando a los coches del centro y ganando espacio para los peatones y las familias. Ese es el plan maestro que el gobierno de Alberto Varela ha decidido ejecutar durante este mandato y que, en estos momentos, cristaliza en las obras que se están realizando en la plaza de Galicia, la piedra maestra sobre la que gira toda la trama. Los trabajos, que no estarán listos hasta principios del próximo mes, han levantado una gran expectativa y están sujetos a un férreo marcaje por parte de los grupos de la oposición y, también, de los vecinos que cada día comprueban su evolución.

Sobre la nueva plaza de Galicia se han dicho muchas cosas. Especialmente, sobre los problemas de tráfico que, según muchos, ha generado la peatonalización de parte de ese espacio. El PP ha puesto el foco, en sucesivas ocasiones, sobre los atascos que se registran en la ciudad. Por unha Marea na Vila volvía esta semana a incidir sobre esa cuestión, advirtiendo de que los autobuses urbanos llegaban a acumular, en determinados servicios, retrasos de más de veinte minutos. Esas cuentas no cuadran con las del gobierno local. Según explica Paola María, la concejala de Urbanismo, los datos que ellos manejan no apuntan a que existan problemas de tráfico especialmente graves en la ciudad. Aún así, dice, el ejecutivo está muy pendiente de ese asunto. Mantienen reuniones periódicas con la Policía Local, que reconoce que hay calles en las que el tráfico se ha intensificado. Pero esa realidad no respondería tanto al cierre de la plaza de Galicia, dicen desde el Concello, como a un mayor uso del vehículo tras los años de la crisis. Sea como fuere, existen zonas conflictivas, como Rosalía de Castro, y se buscan alternativas para intentar aliviar la situación en esos lugares.

Los buses urbanos

¿Y qué dice la empresa Benito Abalo de todo esto? La concesionaria del servicio de buses reconoce que los cambios en la trama urbana están provocando retrasos, algunos importantes, en las horas puntas. Las nueve de la mañana, y alrededor de la una de la tarde, son momentos críticos en los que sí se pueden llegar a acumular retrasos de veinte minutos. «Pedimos disculpas a nuestros usuarios, pero queremos trasladarles que vamos a tener una reunión con el Concello para intentar cambios en el servicio que mejoren la situación», dicen desde la firma responsable del transporte urbano.