Y es que el conflicto de los pérmex, al margen del estallido que se produjo ayer, había conseguido soliviantar de nuevo los ánimos carrilexos, generando no solo una crispación innecesaria en la playa, sino provocando una reapertura de las hostilidades entre el pósito y la Consellería do Mar. Esta última ha abierto expedientes sancionadores contra la cofradía por negar a los titulares de los siete pérmex el derecho a vender su marisco en la lonja.