El centro escolar organizó el primer campeonato de soldadura de Galicia dirigido solo a mujeres
08 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El instituto de Valga se convirtió ayer en el escenario del primer campeonato de soldadura de Galicia dirigido únicamente a mujeres. Lo hizo con dieciséis alumnas de cuarto de la ESO y primero de Bachillerato rotando las siete cabinas habilitadas para soldar una línea lo más recta posible sobre los metales en los que previamente habían escrito sus nombres. «Queremos aproveitar o Día da Muller para demostrar que as mulleres teñen cabida en tódolos ciclos formativos», indica el director del centro, Roberto Barral. Buscan un cambio de tendencia y que el ciclo medio de soldadura y calderería y el ciclo superior de construcciones metálicas que se imparten en el instituto formen parte de las alternativas del alumnado femenino.
«Non existen motivos de capacidade que expliquen a excesiva masculinización de ambos ciclos. A ausencia de mulleres débese a factores como a tradición e os prexuízos, por iso queremos que se produza un cambio de tendencia», indica el director del centro. Y, es que, este curso, solo hay una alumna matriculada: Sara Iglesias está encantada con las horas en el taller. Pero, es la única. Al menos, hasta ayer, cuando otras dieciséis alumnas se pusieron el mono, los guantes y el casco para sumergirse en su primera experiencia en el espacio que apasiona a Sara.
«Puxeron carteis polos corredores e pensei que era unha moi boa iniciativa. É unha parte do instituto bastante descoñecida para nós e gustoume poder ver que se fai», explica Uxía Chan. Lo que no le era tan desconocido es la ausencia de mujeres en el taller: la joven acudió a la charla sobre igualdad en la que participó Sabela Iglesias a comienzos de febrero.
La petición
Esta ausencia de mujeres es algo que las alumnas no entienden. «Debería estar máis normalizado, podemos ser tan boas como eles, é cuestión de práctica e poñer interese», señala Uxía. Laura Navarro comparte opinión con su compañera: «Eu teño outras preferencias, quero estudar INEF, pero gustoume participar nesta iniciativa. Da igual ser home que muller».
El campeonato tuvo ganadoras. Ainhoa Castro, que se llevó los cincuenta euros del primer premio al elegir su trabajo los alumnos del ciclo superior, aboga porque se implante en el colegio la optativa de soldadura. Sus compañeras la apoyan. Y, Alba Fernández, segunda en el podio, con 25 euros en el bolsillo, cuenta que la experiencia vivida le gustó como para «plantearme facer o curso». Puede que el ciclo no tarde en ser más femenino.