Investigan si un clan de la droga ha puesto sus ojos en el puerto de Marín

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

POLICÍA NACIONAL

La Justicia estima que existen indicios que refuerzan la tesis de que detrás del alijo de 62 kilos de cocaína interceptado el pasado mayo hay una organización criminal

28 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 4 de mayo, una operación conjunta que movilizó al Servicio de Vigilancia Aduanera, la Guardia Civil y la Udyco de la Policía Nacional permitió interceptar una transacción de cocaína en mitad de la ría de Pontevedra. Los dos detenidos, un sanxenxino y un polizón colombiano que viajaba con los 62,6 kilos de coca a bordo de un mercante, ingresaron en la prisión de A Lama.

La investigación tuvo como consecuencia inmediata que se reforzara la vigilancia de los barcos fruteros que recorren la ruta atlántica desde Sudamérica en cuanto se adentran en la ría para dirigirse al puerto de Marín. El objetivo, evitar que se volviese a reproducir un novedoso método para introducir estupefacientes en Pontevedra consistente en arrojar el fardo de droga a las aguas para que sea recuperado y trasladado a tierra por un cómplice.

Paralelamente, y bajo la supervisión de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Marín se ha abierto un investigación para esclarecer estos hechos y que está declarada secreta. Las pesquisas están centradas en tratar de desmantelar el entramado del que se sospecha formaban parte las dos personas arrestadas, toda vez que no se descarta que una red de narcotraficantes haya puesto sus ojos en el puerto de esta localidad pontevedresa, que en el pasado ya ha sido escenario de operativos antidroga de gran calado.

En este sentido, a los detenidos se les investiga por la supuesta comisión de un delito de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud y en cantidad de notoria importancia, así como se precisa que serían hechos cometidos en el seno de una organización. A este respecto, no deja de ser reseñable que semanas atrás la Audiencia de Pontevedra hubiese prorrogado la prisión provisional del vecino de Sanxenxo para, ya no solo evitar el riesgo de fuga, sino también para impedir «la reiteración delictiva atendida la indiciaria pertenencia del recurrente a una organización o grupo criminal».

En la misma resolución los magistrados esgrimen que la puesta en libertad del encausado, por otro lado, «podría frustrar la obtención de fuentes de prueba». A esto se suma la posibilidad de exponerse a un pena de prisión que puede incluso rebasar los doce años.

En el marco de esta investigación policial se han practicado intervenciones telefónicas, así como entradas y registros domiciliarios. De hecho, en la vivienda del sanxenxino los agentes hallaron, entre otros efectos, dos bolsas con 51,1 y 21,1 gramos de cocaína, una báscula y dinero en efectivo.