Raquel Meaños roza ya en febrero su récord en el 800, que este año abre las puertas del Mundial Sub-20 de julio

AROUSA

MONICA IRAGO

Tras correr el 400 más rápido de su carrera, la vilagarciana cruzó la meta del Campeonato de España Absoluto gritando de rabia al verse superada sobre la misma línea de llegada

20 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Mi objetivo era entrar en la final, y de llegar a ella, disfrutar». Con esta mira, la respuesta de Raquel Meaños Asensi a la pregunta de si contaba con un cuarto puesto a 5 centésimas de segundo del bronce en el 800 del Campeonato de España Absoluto de Pista Cubierta de Valencia es un «no. Rotundo. Diretamente no», sucedido de una breve carcajada con la que la vilagarciana liberaba a primera hora de la tarde de ayer, el día después, la emoción por un resultado que la confirma como una de las más firmes promesas no ya del atletismo gallego, sino del español. Porque, como ella misma recordaba ayer, la deportista del Valencia Esports vive sus primeros meses en la categoría Sub-20 tras licenciarse en la precedente, la juvenil, con un estirón brutal en forma de plata nacional en pista cubierta y el título en el Campeonato de España al Aire Libre del 2017.

En 2.07.97 fijaba la pupila del marinense Carlos Landín su crono en la final matutina del domingo. Superada por Rosalía Tarraga (J.A. Elche) sobre la misma línea de meta en 2.07.92. Ambas, a un suspiro de la plata cosechada por Natalia Romero (Unicaja A.), que con 2.07.49 fue la primera en tener la oportunidad de felicitar a Esther Guerrero, la gran dominadora del 800 femenino español, campeona en 2.03.45. Diez años le saca el oro a Meaños, once la subcampeona, y casi cuatro Tarraga.

Raquel, que en la tarde del sábado había dejado en la cuneta a una de las candidatas al podio, Irene Bonilla (F.C. Barcelona), ganando la plaza directa de su serie, tuvo clara su estrategia en la carrera por las medallas desde la llegada a la calle única: «Esther Guerrero quería mejorar su marca de clasificación para el Mundial, y vi que iba a ser una carrera rápida. Entonces me dije ‘No es mi campeonato, voy a por todas, te pegas a Zoya -Naumov, a la postre quinta clasificada-, y cuando me muera, morí. Tenía que arriesgarme e intentarlo».

En la pista de Valencia se desató la locura. En un minuto justo se cubrió el primer 400. Y excepto Guerrero, «ninguna de las otras estábamos preparadas para este ritmo», apunta Raquel. De ahí que «a unos 250 metros me empecé a descolgar de Zoya», recuerda, hasta que «después vi como Zoya se venía abajo. Eso me sirvió para sacar fuerzas, le esprinté, la dejé a falta de 50 metros, y cuando creía que era tercera, justo cuando estaba pisando la meta, vi el pecho de Tarraga meterse por delante y grité ¡¡¡No!!!» al ver como se le escurría entre los dedos el que habría sido el primer podio absoluto de su jovencísima carrera.

«Había gente que me decía ‘¡Perdiste la medalla!’. Yo no lo siento así», nos cuenta Raquel. «Quedé cuarta en un Campeonato de España Absoluto siendo Sub-20 cuando mis rivales me sacan muchos años. Un resultado así me da motivación para seguir trabajando, porque todavía soy muy joven». El puesto, y sus tiempos. Porque la vilagarciana no solo cubrió el 400 más rápido de su carrera en el 800, sino que ha conseguido encarar la recta final de la temporada en pista cubierta, todavía en febrero, rozando su mejor marca personal, que el 27 de julio del año pasado fijaba en 2.07.05. Un crono este que, curiosidades de la vida, la Real Federación Española de Atletismo ha fijado como mínima para poder acudir al Mundial Sub-20 de julio en Finlandia -la Federación Internacional pide 2.08.50-.

Despedirá la pista cubierta en el Nacional de su categoría

Cinco segundos y 12 centésimas. Eso es lo que ha rebajado Raquel Meaños su crono en el 800 en las cinco semanas transcurridas desde su título gallego absoluto en piesta cubierta en Ourense, que conquistó en 2.13.09, y el 2.07.97 que le valió la cuarta plaza en el Campeonato de España Absoluto, a cinco centésimas del bronce. Una evolución espectacular en la que media, explica la vilagarciana, la suerte de haberse encontrado con una Esther Guerrero con ansia de mejorar la marca que le da derecho a disputar el próximo Mundial sénior.

También correr un Mundial, el Sub-20 en su caso, es el gran objetivo de Raquel Meaños Asensi, que el pasado día 8 avanzaba en ello aprovechando que Guerrero andaba a lo mismo en el Mitin Internacional de Madrid, acabando entonces la gallega igualmente cuarta, con un tiempo de 2.08.37. Por debajo del corte fijado por la Federación Internacional de Atletismo, que no por la Española.

Meaños trabaja en rebajar el poco menos de un segundo que la separa de la exigencia de la RFEA durante la larga temporada al aire libre. Antes, el primer fin de semana de marzo, cerrará la de pista cubierta en el Nacional Sub-20. Una cita en la que, apunta, primará la estrategia, porque, dice, «a los Campeonatos de España se va a por medalla, no a por tiempos».